El secreto de Draco

Diadema

Rumbo a Hosmade Harry sentía un vacío en el pecho su pequeño estaba con Narcisa estaba a salvo tenía que estarlo.

Llegando todos el lugar estaba frío y sin vida efecto de los dementores, el objetivo por supuesto era usar uno de los pasadisos secretos pero un dementor- los atacó y tuvo que ejecutar un patronus.

Estaban en evidencia frente a los carroñeros pero Aberfot Dumbledore los protegió diciendo que el patronus era suyo y era una cabra no un ciervo.

-Por aquí niños- enseño el retrato de una niña de ese mismo salió Neville.

-Necesitamos más comida- pidió con una sonrisa, luego notó a Harry.
-Harry estás aquí!- dijo emocionado después vio a Draco y se quedó en blanco. -Malfoy?-
-No evidentemente no Longbottom- dijo irónicamente ganándose una mirada reprobatoría de Harry.
-No es momentó de explicar todo ésto si pero confío en Draco está de nuestro lado-
-Si tu lo dices- señaló el retrato -Estamos en la sala de menesteres lo tomamos como fuerte realmente a sido muy útil- explicó.

Cuando llegaron el lugar estaba repleto de gente y de camas de varios pisos.
-la sala aparece todo lo necesario excepto comida claro parece ser lo único con lo que tiene problemas, simplemente se expande y si necesitamos algo ahí está-
-Muy práctico ¿Saben algo de Slytherin?-
-En las mazmorras bueno los Avery han estado probando lealtades no tienen permitido hablarnos en su mayoría-

Draco estaba visiblemente preocupado eran de sus amigos de quiénes hablaban.

Lo siguiente fue realmente confuso muchas personas aparecieron ahí hablando y mateando los, Ron Weasley se acercó hasta Harry tenía esa expresión de cachorro pateado.

-Harry fui un idiota y lo sé pero quiero que sepas que lo lamentó y que puedes contar conmigo para lo que sea- realmente el azacache lo había extrañado horrores sin pensarlo lo abrazó no era momento de reencores.

-Tendremos que hacer algo evitemos llamar la atención- habló el rubio apartandolos Hermione lo siguió por supuesto. -Se que son griffindors pero si llamamos demasiado la atención tendremos una batalla aquí, hay niños no podemos arriesgarnos sabemos que buscamos hablaremos con la dama gris, necesitamos destruir ese horocrux una vez echó eso- suspiró. -Tendremos que ir por la serpiente y eso será jodidamente difícil de lograr sin ponernos en peligro-

Harry fue junto a Luna la sala común de Ravenclaw por fin pudo hablar con la dama gris la diadema estaba en el salón de el requisito, escondido bajo la capa y con el mapa en mano volvió lo más silenciosamente posible pero antes de llegar algo le llamo la atención.

Draco y Ron iban a el baño de niñas de el quinto piso y fue a encontrarnos.

Salió de la capa asegurándose de que nadie estuviera cerca.
-¿Que hacen aquí?-  preguntó sin entender.

-Tranquilo amor la tenemos- mostró que el pelisrojo sostenía la diadema.
-Solo apareció en la sala de menesteres así sin mas al parecer siempre estuvo ahí- explicó. -Íbamos a abrir la cámara acabo está aún en basilisco el con su veneno la romperemos.

-Busca a Severus amor nos encargamos- Harry asíntio antes de irse Draco lo jaló de la muñeca y le dio un beso lleno de sentimiento.

-Por favor tren cuidado- pidió dándole un último beso.

-Volveré-

-Te esperaré-

Harry fue hasta las mazmorras dónde estaba Severus.

Entró y se quitó la capa.

El hombre lo miró con preocupación y bajó la cabeza.

-Estamos bien Draco se encargara de la diadema- dijo sin entender la actitud de el pocionista.

-No es fácil decir esto realmente no es fácil para mí-

Ese presentimiento estaba ahí -Algo le sucedió a Regulus?- sentía que se iba a desmayar no, su bebé no lo que fuera menos su hijo.

-Está desaparecido al igual que Narcisa, la orden no los encuentra ni con los hechizos rastreadores, atacaron la casa de Andromeda eran demasiado, ella no recuerda nada está muy grave pero viva aún-

Harry respiraba con dificultad -Mi bebé no no por favor no- dijo casi al borde de un ataque de pánico.

-Vamos a encontrarlo- trató de consolarlo. -por favor Potter no hagas una estupidez-

-Iba estupidez? Una estupidez? Estamos hablando de mí hijo es un bebé solo un bebé no puede defenderse, podía estar, el podría- no se atrevía a decirlo no podía.

-Buscaremos una forma-

No esperó siquiera a qué terminara de hablar necesitaba reculerar a Regulus y si para eso tenía que morir que así fuera.

Acarició la varita de Draco en sus manos la suya estaba irremediablemente rota, esperaba que lo perdonará no podría volver no si su bebé estaba en peligro

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Lucius esto es tu culpa si algo le llega a pasar a Regulus te voy a matar lo juro y puedo e.

No estoy de el todo convencida de esto pero ya qué.