EPÍLOGO (parte 3)
Después que el joven Junsu se hubo calmado, el Kim adulto pudo controlarse, Yoochun lo sujetó por la espalda hasta que no puso más resistencia, era como si lo anterior jamás hubiese sucedido, Park llevó a su amante hasta la cama y lo sentó, ahí se arrodilló ante él y colocó su cabeza sobre el regazo, sin miedo a que lo agrediera
— Te extrañé ¿dónde estuviste? —preguntó con agotamiento
— No lo sé —respondió tras suspirar, como si su locura hubiese desaparecido
Yoochun se apartó y lo miró a los ojos, parecía tan ajeno al mundo que daba miedo, pero sonrió, de verdad lo extrañó como si no lo hubiese visto en varios años
— Vamos a bañarte —se paró del suelo y fue hacia la cómoda donde guardaba el calmante que usaba para Junsu, aunque de momento este estaba dócil, no sabía cuánto más duraría así antes de ponerse violento
Kim bebió el brebaje sin problema, sintiéndose débil, entonces Yoochun aprovechó, lo desnudó y se quitó la ropa también, entraron juntos al baño, Junsu completamente doblegado, parecía sin vida
Park se bañó primero, el ensueño de Junsu fue aumentando y poco a poco se dejó caer en el suelo del baño, sentado, Yoochun terminó de bañarse y se colocó a la altura del otro, lavándole primero el cabello, largo y enmarañado, estaba pegajoso, tardó un poco en limpiarlo, pero lo dejó listo
Procedió a lavarle el cuerpo, comenzando por los brazos, mientras lo miraba, admirándolo, si la situación fuera otra, estaría viviendo su vida ideal, junto a su amante, pero de este no quedaban más que los trozos del ayer. Terminó de bañarlo, costándole mucho trabajo, pues la mugre de varios días estaba compenetrada
— Estás listo —sonrió, admirando la hermosura que aún había en él
Yoochun fue por una toalla y envolvió a Junsu en ella, llevándolo de regreso a la cama, ahí lo sentó mientras él se secaba y luego se vistió, Kim continuaba calmado debido al medicamento. Pensó en dejarlo desnudo, pero la temperatura no tardaría en bajar, así que lo vistió, luego suspiró, resignado, era hora de amarrarlo a la cama, como siempre
— Espera un poco más —se acercó y le acarició el rostro— Juntaré el dinero para poder internarte, aunque no me quiero separar de ti
Sin darse cuenta, el conocer al joven Junsu lo estaba cambiando, ahora pensaba más en Junsu padre que en sí mismo, si lo mantuvo con él durante años no fue solo para cumplirle una promesa a Jaejoong, sino por su propio egoísmo, porque no se quería quedar solo, lo deseaba, su existencia junto a la suya, aunque Junsu continuara eternamente perdido dentro de sí mismo.
Ahora era momento de comenzar hacer lo correcto, primero pensó que escaparía del país junto con su abstraído amante, ahora ya había tomado una decisión, confesaría su crimen, se entregaría a las autoridades luego de internar a Junsu en un buen Psiquiátrico, no el del Estado, sino uno privado, después cumpliría con la sentencia que la justicia le impusiera por haber ideado el incendio.
...
Despertó lentamente de su letargo, con la cabeza dándole vueltas y aún confundido, escuchó sonidos, parecía estar en un lugar con muchas personas. Hasta que cobró el conocimiento por completo, pero al abrir los ojos no encontró nada, como siempre
— Hijo, mi amor, despertaste —escuchó la voz desesperada de su mamá
Hani le sujetó la mano, pero él la apartó bruscamente, sin decir nada, dejándola desconsolada y confundida, la mujer volteó hacia la enfermera

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INSANO
FanfictionJunsu no podía creer que aún después de todo ese tiempo de humillaciones por parte de sus dos mejores amigos él no se hubiera vuelto completamente loco, desquiciado; en cambio se sentía renovado, en una nueva piel