Mórbido

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Capítulo 6. Mórbido

Al llegar al Hospital trataron a Jaejoong en Emergencias Médicas, necesitaba urgentemente un lavado de estómago y una evaluación general posterior, la enfermera explicó a Junsu que su amigo debía permanecer Hospitalizado varias horas, quizás más de un día, mientras tanto llegaría una persona de la policía a interrogarlo sobre lo ocurrido. Todo eso pasó en menos tiempo del que su mente le decía, estaba agotado física y moralmente. Junsu permanecía en la sala de espera, pero nadie le traía noticias nuevas, en sus manos portaba su celular con el número de Yoochun elegido, pero no se atrevía a llamarlo, el personal administrativo lo había obligado a dar los datos de contacto de la familia de Jaejoong, solo con ella hablarían de todo

— Esto no puede estar pasando —se repetía agobiado —Debe tratarse de una pesadilla —repetía con los ojos enrojecidos por haber llorado, la culpa lo carcomía —Es mi culpa, él puede morir por mi culpa —agachó la cabeza y la escondió entre sus piernas, no notó cuando se quedó dormido.

Eran las cinco de la mañana cuando un ruido lo despertó, era su celular sonando una y otra vez, miró la pantalla cuando quiso contestar pero era tarde, abrió su carpeta de llamadas perdidas y vio más de veinte llamadas perdidas de la casa de Jaejoong en su ciudad natal, ellos vivían en Seúl

Despertó como pudo y devolvió la llamada, la madre histérica de su compañero de piso le gritaba cosas que apenas entendía, estaba tan cansado que ni siquiera se dio cuenta cuando le colgó, no quería escuchar reclamos, solo quería oír que Jaejoong estaba bien, que no había muerto mientras él dormía. Se levantó y fue a pedir informes, no era familiar y no podían decirle, pero convenció a una enfermera y ella le explicó, dejándolo más tranquilo

— ¿Lo llamo? —dudó nervioso, buscando el número de Yoochun entre sus contactos —Después de todo ellos son novios ¿no? —pensó enojado, no era tiempo de sentirse celoso pero lo estaba —Aunque él lo niegue sigue teniendo una relación con Jaejoong —agobiado decidió no llamarle y mejor le mandó un mensaje de texto

Dos mensajes de texto... Tres mensajes de texto. Se detuvo al sexto mensaje, en el último había puesto el Hospital donde estaban y donde él lo esperaría, la sala de espera

Suspiró aliviado, sentía un peso menos encima, tanto que volvió a llamar a la madre de Jaejoong a quien dejó colgada antes en el teléfono, ésta vez se dejó gritar y regañar hasta que la pobre mujer se calmó, diciéndole que les resultaba imposible ir hasta allá a ella o a su esposo, pero que la hermana mayor de Jaejoong ya se encontraba en camino al lugar, luego le colgó

— Tengo hambre —dijo Junsu al ver su reloj, ya eran casi las siete de la mañana, así que fue a la cafetería, compró café con leche y unas galletas de avena, comió y bebió rápido, luego regresó a la sala de espera y se sentó un momento, cerró los ojos y volvió a quedarse dormido

El sonido del celular nuevamente lo despertó, ahora eran casi las diez de la mañana, era una llamada de su otro amigo, de Yoochun, ésta vez alcanzó a contestar

— ¿Es una broma? —preguntó enojado

— No, él de verdad trató...

— ¡No me refiero a eso! —respondió con voz fuerte, más enojado. Junsu enmudeció, no sabía que le pasaba al otro —Me refiero a que si se trata de una broma que me hayas avisado a mí, ¿acaso yo le metí todas esas pastillas a la boca?

— No, pero...

— ¿Acaso debe importarme? No está muerto ¿O sí?

— No, él está...

— Deja de fastidiarme, si no se trata de su funeral, no me importa lo que le pase —interrumpió por última vez antes de colgar abruptamente, dejando a Junsu paralizado, perplejo, ¿Qué clase de monstruo era Yoochun diciendo esas cosas?

INSANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora