Marcando el territorio

48 7 0
                                        

Capítulo 20. Marcando el territorio

Yoochun llegó a casa hecho una furia, aventando cosas al suelo, sin perder la imagen de aquella horrible escena, esos dos, esos malditos, abrazándose, besándose, ¿Cómo era posible? ¿Por qué no se dio cuenta antes? ¿En qué momento esos dos se conocieron? Debió ser cuando Jaejoong comenzó a actuar raro, distante, no podía existir alguna otra explicación

— Malnacidos —gritó furioso, lanzando por los aires el jarrón de cristal cortado favorito de su mamá, este se estrelló contra la pared y algunos vidrios cayeron cerca de él, sin lastimarlo, su mirada se endureció aún más— Si crees que vas a dejarme, estás equivocado, mi amor —dijo con burla, luego rio un poco, Jaejoong era ingenuo si creía que podía verle la cara

...

Junsu miró asombrado como Jaejoong llegaba al departamento, después de no haberlo hecho en varias horas, sonrió y se acercó a él, recibiéndolo con un beso en los labios, solo por molestarlo, el mayor lo alejó y miró apáticamente

— Ahora no Junsu —dijo molesto y fue a su habitación, antes que cerrara la puerta el menor se acercó y lo impidió, entrando

— ¿Qué te sucede? ¿Ya no me quieres? —preguntó haciendo puchero, fingiendo hacerlo. Jaejoong suspiró profundo y negó

— ¿Te quise alguna vez? —cuestionó con frialdad, haciendo enojar al otro, se acercó a él y lo agarró con fuerza de un brazo— Suéltame

— No sé lo que te pasa ¿Ya se te olvidó cuando me rogabas?

— Nunca lo olvidaré, lamentablemente —respondió con apatía y se soltó del agarre del otro, Junsu sonrió

— Ya... bueno, ahora Yoochun será solo mío —dijo descaradamente, Jaejoong sintió que la sangre le hervía, pero se contuvo, lo que sentía por Yoochun ya no podía dominarlo, ahora estaba con Hyun Joong, él era su futuro— ¿No dices nada? —preguntó al ver esa mirada ardiente

— Bien, que te aproveche —respondió tranquilo, molestando al otro

— Me parece bien que te hayas resignado por fin, él solo necesita de un hombre y ese soy yo —reclamó entusiasmado, mostrando su sonrisa cínica, Jaejoong tragó saliva y vio fijo a Junsu, se reflejó en él, quien fue hace algún tiempo

— Estoy feliz por ti, por ustedes, si me disculpas... —lo agarró del brazo y lo sacó de su habitación, cerrando la puerta casi en sus narices, asegurando por dentro

— Idiota —murmuró Junsu indignado, esperaba un poco de lucha, algo, pero Jaejoong parecía tan resignado que estaba molesto.

— No puedo dejar que me afecte —pensó Jaejoong cubriendo su rostro, desintoxicarse de esos dos estaba siendo difícil, pero no imposible— Mi futuro es Hyun Joong, él es mi porvenir —meditó sintiéndose más tranquilo

...

Por la tarde, casi de noche, Yoochun salió de su casa y se dirigió a la de su vecino, tocó una sola vez y Hyun Joong abrió enseguida, al hacerlo y ver ahí a Yoochun abrió amplio los ojos, sorprendido, luego lo miró con el ceño fruncido, para el otro fue señal de que él estaba al tanto de su "relación" con Jaejoong, esa mirada de odio solo podía significar eso, pero Yoochun actuó como si él no supiera nada

— Hola vecino —saludó alegre, el aludido lo observó, como si tratara de descifrar aquella extraña sonrisa— ¿No te acuerdas de mí? Hemos jugado ráquetbol en el club, Park Yoochun —completó dando un paso al frente, con la mano extendida

— Sí, te recuerdo —respondió sin demora, correspondiendo el saludo— ¿Qué se te ofrece? —preguntó cortante, retirando rápido su mano

— Te invito una partida

INSANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora