Capítulo 3

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—Jamás creí que te vería de tal forma, Kurobane Kei

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—Jamás creí que te vería de tal forma, Kurobane Kei. Eres toda una experta en llevar una doble vida.

—Gracias, Baji Keisuke —contestó ella—. Tremenda golpiza le diste a tu ex-vicecapitán. —ante esto, él se irritó en silencio.

—Es lo menos que podía hacer por Valhalla —le dijo—. Y tremenda trampa le tendiste a tu propio mejor amigo. —Kei sonrió levemente.

—Eso no es nada. Al menos yo no he herido a nadie hasta ahora. —dijo por última vez y avanzó.

«Y como si me importara hacerlo.»

Treinta y uno de octubre de dos mil cinco, por la tarde. De camino al basurero de chatarra en donde sería la pelea contra ToMan, ella se encontró con Keisuke Baji. Los dos siempre se llevaron bien desde que se conocieron, pero al ahora haber un drástico cambio en las circunstancias, cambiaron también los roles.

Kei vestía el respectivo uniforme de Valhalla, con una mascarilla negra puesta. Tal y como acordó con Kisaki y Hanma. No tardó demasiado en llegar al lugar, toda Valhalla ya estaba reunida. Caminó hasta la cabeza, quedando al lado de Shuji.

—¡Qué calor! —se quejó alguien a sus espaldas—. Acabemos con esto ya para irme a mi casa.

Shuji se dio media vuelta y le proporcionó un fuerte golpe en el estómago a aquel sujeto, dejándolo en el suelo.

—Si esta pelea es tan insignificante para ti, será mejor que te largues antes de que te dé otro ahí abajo. —le dijo.

Kei rió para sus adentros, regresando su mirada al frente.

—¡Valhalla!

Kei iba a dar un paso adelante, pero Hanma la detiene con su mano. Ella voltea a verlo pidiendo una explicación. —Antes de ir, ten esto.

Hanma le entrega en su mano un pequeño caramelo. Kei no era tonta, probablemente se trate de algo ilícito. Como si Shuji comprendiera sus sentimientos, le da a entender que al parecer no es nada de lo que ella cree.

—Solo es para endulzar la situación, no es droga, si es lo que piensas. Esto sí. —le dice mostrando una bolsita con otras cosas similares a caramelos totalmente diferentes.

Kei decide confiar en sí misma y opta por guardar el dulce en el bolsillo de la chaqueta.

En cuanto se abrieron las inmensas puertas que tenían en frente, toda la pandilla se dirigió en grupo hasta el centro del terreno. Kazutora Hanemiya como representante, se dirigió a hablar con el de ToMan y quien sería el árbitro de esa pelea: Hansen. Luego de presenciar cómo derriba a este último, la emoción empezaba a llegar.

Heathens  ›‏‎‎  Mikey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora