Capítulo 7

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Despertó, pero aún estaba oscuro

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Despertó, pero aún estaba oscuro. Se asomó en la ventana de su departamento, y vio la ciudad de Beijing desde ahí. Tantas luces, colores, atracciones... pero no, no le producía ninguna emoción.

Tomó su celular y lo encendió para ver la hora; 02:34 del cuatro de noviembre de 2017. Se recostó de nuevo en la cama y alargó la mano a un cajón de la mesita de noche, de ahí sacó una cuchilla pequeña aún en su envoltorio esterilizado. Tras desenvolverla, se proporcionaba ligeros cortes en su piel que luego fueron profundizándose hasta liberar pequeñas gotas de sangre. Respiró profundo y echó su cabeza hacia atrás. La electrizante sensación, ella sangre correr, el dolor... le divirtió.

Pero ¿cómo llegó a esto? ¿Cómo llegó mente al punto del colapso?

Colapsó. Era la primera vez en su vida que comenzaba a sentir la empatía, el amor, el cariño... la culpa. Pero ¿por qué?

• • •

Se sentó en frente a esa piedra decorada, estaba algo sucia, descuidada, no tenía ninguna ofrenda. Conocía el respeto por los muertos, pero jamás se reduciría al punto de llevarle ofrendas, total, es un desperdicio de comida. Tomó su pañuelo de seda y limpió de la suciedad la piedra, removió las hojas secas y quitó del lugar la basura del terreno. De una pequeña cajita sacó una flor blanca; un ramo pequeño de flores blancas, y lo plantó a un lado en un diminuto bloque de tierra.

Al acabar, se confundió; no sabía por qué había hecho todo eso por un pedazo de piedra con el nombre de un muerto. Se sintió idiota por unos momentos y trataba de buscarle un motivo a aquello. Obviamente no lo pudo encontrar.

Se dedicó a mirar un buen rato, rememorando todo lo ocurrido hace aproximadamente doce años. En donde no sabía lo que sentía, en donde solo vivía por vivir. E incluso hasta ahora, no había encontrado su verdadero rumbo. Sintió por segunda vez lo que es extrañar a alguien, el vacío que deja una persona.

Recordó el fastidioso momento en que fue a espiar la conversación entre los oficiales y Kazutora en el Bloody Halloween, y la risa y pena ajena que sintió por Kazutora.

—¿De dónde conseguiste el arma con el que apuñalaste a Baji Keisuke?

—De la calle. —contestó.

—¿Nadie te la entregó?

—No, yo mismo la encontré y la tomé. Yo maté a Baji Keisuke, nadie más está involucrado.

Todo esto se encontraba en una grabación que de alguna manera obtuvo Kei gracias a sus contactos de la Yakuza.

El cinco de octubre de dos mil cinco había recibido un mensaje de Chifuyu luego de varios días de haberse distanciado, la última vez que supo algo de él antes de distanciarse para siempre.

El mensaje decía:

"Kurobane.

Te diré parte de lo que Baji me dijo la última vez que hablamos. 'Lo que sea que diga Kei, no le creas. No sabe lo que hace o dice. No la culpes, asegúrate de que nadie la culpe de algo. Prométeme que protegerás a tu mejor amiga a toda costa'. No sé qué has hecho o qué tuviste que ver en el Bloody Halloween, y no quiero enterarme. Desaparece."

Heathens  ›‏‎‎  Mikey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora