ATTE: MYG [Min Yoongi]

7. Es culpa tuya

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No recordaba la última vez que me habia sentido... así, todo gracias a él.

—¡Deja de pensar en eso!

Dije para mí, intentando controlarme y que la velocidad de los latidos de mi corazón disminuyeran.

Hace apenas unos días, estaba segura que él me seguía odiando, entonces ¿por qué demonios hizo eso?

Es culpa tuya Min Yoongi.

...

—... todo ¿qué opinas?

—Ni siquiera está prestando atención, no sé porqué te molestas en decirle.

—¿Estás bien __________?

La voz de Heejae me había sacado de mi burbuja. ¿Cuánto tiempo llevaba pensando en lo que sucedió esta mañana?

—Lo siento, estaba pensando eh... algunas cosas.

—Si, claro.

La mayoría de los chicos reunidos hablaban entre ellos, mientras que otros estaban concentrados en sus teléfonos.

Suena mal, pero esperaba que todos ellos se fueran pronto.

—A veces no entiendo cómo __________ soporta tus tonterías —rió—. ¿Ustedes están saliendo?

Jun y yo al instante nos vimos, y a los pocos segundos comenzamos a reír.

—Esto debe ser una broma. ¿Crees que lo tolero por qué me agrada? —sonreí— Lo hago porque no tengo opción.

—Lo sé, una vez que él se acerca a tí, ya no hay escapatoria.

—Creo que no se han dado cuenta que sigo aquí.

Junho rió: —Lo siento. Por cierto, ya deberíamos irnos, pronto dejarán de pasar los autobuses.

—¿De verdad? —Jun hizo un gesto algo triste—

Sonreí al ver su gesto.

Al mismo tiempo en el que Junho se despidió, Heejae y todos los demás también decidieron irse.

—Toma —Hyeong Jun me entregó mi teléfono—, no ha dejado de sonar.

Encendí el aparato, viendo los 34 mensajes de Taehyung, de los cuales, lo único que pude rescatar fue:

"Ven a beber un rato con nosotros a casa de Jin"

No lo pensé dos veces y respondí un "sí".

—¿Quieres beber algo?

Hyeong Jun sonrió: —No preguntes.

Ambos salimos de casa rápidamente y comenzamos a caminar en dirección a casa de Seokjin, aunque él no tenía idea.

El clima era frío, y yo me había confiado de mi buen presentimiento. De verdad creía que sería menos helado.

—¿Lo ves? Te dije que no durarías ni 10 minutos.

—Cierra la boca.

El chico rió, sacó su suéter y lo puso al rededor de mis hombros. Algunas veces Jun me trataba como su novia, y por eso mismo, la gente pensaba que salíamos.