ʟᴀ ꜱᴏᴍʙʀᴀ

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—ʟᴀ ꜱᴏᴍʙʀᴀ

—ʟᴀ ꜱᴏᴍʙʀᴀ

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🂱



















     Caminaron y caminaron. Alcander estaba dando de su fruta a la cabra después de que Kaz le pidiera que no lo hiciera.

—Es muy tierna— dijo mientras miraba a la cabra comer de su mano —Te pondré... Kazoo— le sonrió a Kaz con malicia y este bufó.

—No dejaré que hagas eso.

—¿Por qué no? Es un lindo nombre— Kaz le quitó a la cabra de las manos, haciendo que soltara una carcajada.

Tenía que admitir que las cosas aún estaban un poco tensas entre ellos después de la repentina pregunta de Kaz, pero estában bien. La pequeña cabra los ayudo a dejar aquella mala vibra que transmitían desde la granja.

—Entonces se llamará Milo.

—¿Por qué le pones nombre a la cabra?.

—Porque todos necesitamos un nombre, incluso Milo— acarició detrás de las orejas de la cabra mientras seguía avanzando junto a Kaz.

—Quieren que crea que encontraron a la invocadora del sol, que finalmente derivará el muro que nos divide— Kaz paro de golpe, haciendo que Alcander hiciera lo mismo —¿Cuántas veces nos han contado una historia así?— Alcander sabía perfectamente quieren era ese sujeto, Zlatan, una de las pocas personas que se beneficiaban de la sombra, un corrupto, cómo todos, un idiota. Kaz volvió a caminar por lo que lo siguió —¿Y cuántas veces nos han dicho en occidente que enviemos a nuestros hijos e hijas por la sombra por un año más? Es hora de aceptar que debemos separarnos del viejo país.

—¿Que quiere decir con eso?— le pregunto con curiosidad, pero Kaz como siempre, solo le dedico una simple mirada.

—Ahora es el momento de crear nuestro propio país, de quedarnos con lo que hacemos y con lo que ganamos, envés de enviarlo al oriente— volteo a ver a Kaz, disgustada por todo el asunto. Kaz solamente tenía el seño fruncido mientras observaba a Zlatan —¡Por el verdadero Ravka!— las personas a su alrededor gritaron dándole apoyo, eso simplemente causó que frunciera el seño con más fuerza.

El hombre bajo del pequeño escenario y se dirigió a una carpa que se encontraba justo al lado, saludo a un par de personas que se encontraban paradas junto a la carpa y luego se dirigió justamente al mismísimo conductor, al mismísimo Arken.

—¡Maldito traidor!— empezo a caminar, pero Kaz era más rápido. Puso el bastón frente a Alcander, interrumpiendo su camino —¿No lo has visto?— pregunto enfadada por la reacción que este estaba tomando.

—Ahora no, y no se lo menciones a los demás— supo entonces que Kaz estaba tramando algún plan, así que solo asintió con la cabeza.

Nuevamente empezaron a caminar. Vio a Inej a la distancia y al parecer Kaz también la vio pues caminaba hacia ella.

Alcander Donde viven las historias. Descúbrelo ahora