ᴛᴜᴠᴇ ᴍɪᴇᴅᴏ, ᴘᴏʀ ᴛɪ

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—ᴛᴜᴠᴇ ᴍɪᴇᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴛɪ

—ᴛᴜᴠᴇ ᴍɪᴇᴅᴏ ᴘᴏʀ ᴛɪ

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     Todos se encontraban comiendo ferozmente, ya se encontrabamos en la cuidad de Kribirsk. Kaz había desaparecido cuando llegaron a un pequeño bar.

Alcander observo a todos, Inej comía lentamente, con delicadeza; el conductor miraba un folleto y bebía de una cerveza, al igual que Jesper.

Alcander sonrió al ver a aquellos, todos sanos y salvos. Se metío otro pedazo de pan a la boca y masticó con ansías. Aún temblaba, no pudo dejar de hacerlo luego que Kaz la separara de su pecho para empezar el recorrido a la ciudad.

—Bueno— dijo Jesper llamando la  atención de todos—salio bien.

Alcander lo vio con mala cara, no podía dejar de temblar, ¿Y el decía que las cosas salieron bien?.

—Cállate— le dijo mientras tomaba de su cerveza, lo frío de la bebida golpeó su mano, haciendo que tuviera un pequeño calambre.

Había estado un buen tiempo invocando el fuego para salir de la sombra, la mayoría de personas dicen que cuando un grisha utiliza su poder se ponen más fuertes de lo que era antes, más vivos, y Alcander creía que era mentira, pero justo ahora se sentía con ganas de saltar de un lado para otro.

—La fiesta de invierno del pequeño palacio— dijo el conductor, mientras dejaba caer el folleto al mostrador —no hay forma de que el encuentre a la invocadora del sol, sin Nina—  sabía que se refería a Kaz pero lo ignoro de igual manera, estaba muy animada para pelear —en especial durante esta ridícula fiesta, estará lleno del segundo ejercicio.

Alcander volteó a ver a Jesper pero este solo se encogió de hombros. Milo, la cabra se encontraba junto a ella en el suelo, y no pudo evitar darle un poco de comer.

—Estamos de suerte— la voz de Kaz hizo que todos voltearan a ver de dónde provenía —hay posibilidades de que continuemos— Kaz se sentó junto a Alcander, y Emma lo examino con la mirada, estaba menos sudoroso, todos lo estában, pero el se miraba mejor que los demás presentes —ahora que estamos a tres días de la capital, lo siguiente es encontrar la forma de entrar al pequeño palacio.

Nadie hablo, todos observaban a Kaz, los tres cuervos sabían que Kaz ya estaba pensando en algún plan, pero Arken claramente no, lo miraba con rareza al ver la fuerza que esté le ponía al trabajo.

—Resulta que los archivos de Kribirsk, aloja los planos del pequeño palacio, pero...— Alcander dejo la comida a un lado, no quería vomitar pero estaba ansiosa por lo que dijera Kaz a continuación —los tienen bajo llave— Kaz volteo a verla con picardía antes de terminar la frase, y ella sintió las clásicas mariposas en mi estómago — lejos de las miradas indiscretas de las masas— termino la frase y Jesper sonrió con emoción.

Alcander Donde viven las historias. Descúbrelo ahora