Amantes de la noche oscura ❧ Dark Flufftober Snarry

Danza fúnebre (Slow dancing)

La orquesta compuesta de sierras musicales y un órgano tocaba un vals amargo y dramático para los asistentes de la mascarada que bailaban por la amplía mazmorra. Sobre sus cabezas colgaba un candelabro con velas oscuras de llama azul, que arrojaban una luz fría sobre las paredes de piedra.

Flores blancas adornaban cada esquina, arreglos funerarios preservados en el tiempo con un hechizo de estasis, para que nunca se marchitaran, para que dieran un poco de vida a lo que estaba irremediablemente muerto.

Habían aprendido a bailar como si pudieran tocarse. Al tratarse de fantasmas es de conocimiento común que no pueden tocar, lo cierto es que no pueden hacer nada. La muerte te arrebata todo, ni siquiera deberían poder sentir nada.

Sin embargo, él puede.

Él siente algo.

Lo siente cuando sus dedos parecen entrelazarse, cuando su mano casi puede rozar los cabellos rizados sobre su cuello al girar, cuando los salvajes ojos sin vida le miran y sus labios delgados sonríen. Lo siente cuando gira entre sus brazos y parece apretarse contra su pecho, cuando las ganas de besarlo queman, arden, arden, arden.

El amor, candoroso, vivo y brillante que le llena de un calor infernal.

Jamás lo había sentido, ni siquiera por Lily, no de esa forma, nunca de esa forma. Y era una jodida desgracia que comenzara cuando ambos murieron.

Un giro, Harry se aleja. Su hermoso Harry, suspendido en el tiempo, siempre joven, salvajemente apuesto. Cabellos que volaban en todas direcciones, como mecido por una brisa invisible, movimientos que solo pueden ser posibles gracias a la separación del cuerpo.

Otro giro, está de nuevo allí, arrogante, orgulloso, enamorado. Y Severus sentía el más puro amor que un corazón carcomido por las tinieblas puede sentir.

Los une la muerte, la sentencia y el asesinato a manos de Lord Voldemort.

En el Hogwarts en el que Severus dio sus recuerdos a Harry antes de morir, en el que Harry decidió que su sacrificio había sido suficiente y no necesitaba seguir viviendo, en el que Neville se alzó como el verdadero elegido y derrotó al mago oscuro, liberando al mundo mágico.

En ese Hogwarts, su hogar, Severus y Harry celebran su vigésimo cumpleaños de muerte.