—¿Qué es exactamente lo que haces todas las tardes con Snape? —Dijo Ron mientras entraban al comedor.
Harry sabía que preguntarían algún día, es decir, ya llevaba más de una semana acudiendo a clases de oclumancia con su "odiado" profesor de pociones. Estas habían concluído en su quinto año, pero ahora que cursaba su último año y la amenaza de Voldemort era más inminente que nunca, estaba claro que su mente necesitaba entrenamiento.
—Está enseñándome a cerrar mi mente —Respondió con simpleza mientras servía pastel de carne en su plato.
—Ugh, qué tortura. Espero no esté siendo un cerdo como la última vez.
—Ron —Hermione le dió un codazo y miró fugazmente a la mesa de profesores. Snape no estaba mirándoles, pero de alguna forma la chica parecía sentirse observada.
"Dígale a Weasley que el único cerdo en este lugar es él, su desagradable forma de comer lo delata" Escuchó Harry en su cabeza y ocultó una sonrisa al tomar una cuchara y llevarla a su boca.
"¿Nadie le ha dicho que no debe escuchar a escondidas, profesor?" En la mesa de profesores, Snape resopló, asustando a Flitwick.
"Cuando logra pensar, Weasley es tan ruidoso que incluso puedes escucharlo sin usar legeremancia, Potter. No que alguien pudiera dar un galeón por saber lo que piensa, sus torpes uniones neuronales no valen ni un knut".
—¿Harry? —Llamó el pelirrojo—. ¿No está siendo un idiota, no?
—Puedo tolerarlo —"¿Ah, si? Dígalo en mi cara, señor Potter". El ronroneo bien pudo haberle derretido si no fuera ya tan bueno en ocultar sus emociones a sus amigos. La primera vez corrió a un baño para evitar que vieran las consecuencias de tener a Snape en su cabeza, susurrando, acariciando—. Es algo que tiene que hacerse. ¿Entiendes? Por Sirius.
El cielo del Gran Comedor relampagueó y las calabazas que flotaban en el aire por Halloween resplandecieron lúgubres por encima de sus cabezas. Hermione tembló y Ron no pudo mirarle.
"Potter". Llamó Snape con advertencia. "Contrólate."
Harry respiró hondo, controlando al monstruo en su interior que se revolvía con dolor al recordar a su padrino y el cielo volvió a la normalidad. El gran salón se quedó en silencio, no era un secreto que su última explosión de magia había roto las ventanas.
Desde que Voldemort había estado dentro de él, su Horrocrux había tomado más poder, como una sombra que a veces podía controlarlo, poseerlo o disparar su magia de forma catastrófica. Harry se sentía como una oscura bomba de tiempo.
Y la legeremancia y oclumancia con Snape era mucho más que un hobby que compartir, era una forma de contención y acompañamiento.
Merlín sabía que se habría vuelto loco si Severus no estuviera en su mente.
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Amantes de la noche oscura ❧ Dark Flufftober Snarry
Fiksi PenggemarAbre la puerta a momentos robados teñidos de tragedia, fantasmas y muerte. Pequeños drabbles de mundos alternos que jamás pudieron ser. El reto de flufftober pero con un toque oscuro, porque es ¡spooky season! Acompañame estos 31 días de escritura o...