[Una semana después]
Ya habían pasado algunos días desde que fui rechazada, por lo que me sentía mucho mejor. No estaba saltando de felicidad, pero ya no pensaba tanto en ello. Algunas veces veía a lo lejos a aquel chico, pero lo ignoraba rápidamente, ya que el mismo sentimiento de odio volvía a aparecer. A pesar de eso, todo iba muy bien, incluso una chica de otra clase había comenzado a hablarme. Era rubia, alta y delgada, tan hermosa que haría enamorar a cualquiera. Se veía como la típica chica popular, pero era una buena persona.
Me encontraba hablando con ella, la conversación era tranquila y todo parecía ser normal, pero luego de un rato logré darme cuenta de algo extraño. Algunos estudiantes nos miraban y hablaban a nuestras espaldas, eran tres específicamente. La incomodidad e inseguridad no tardaron en aparecer, así que miré a la chica que me hablaba tranquilamente.
-Marta... ¿Somos amigas?.- Pregunté dubitativa, notando como la joven se mantenía unos pocos segundos en silencio.
-Claro que somos amigas. -- Aclaró sonriente -¿Por qué lo preguntas?.- Por alguna razón esa gran sonrisa no me tranquilizaba para nada.
Volví a mirar hacia el grupo de chicas, las cuales estaban riendo descaradamente. No sabían disimular siquiera, incluso me miraban fijamente.
-No, por nada...- Y me volteé para mirar a la rubia nuevamente.
[...]
-Hola, querida, ¿cómo te fue hoy?.- Preguntó mi padre al verme entrar.
Él se encontraba sentado en el sillón de la sala, mirando televisión mientras cosía la ropa dañada. Yo me acerqué a él, con toda la pereza del mundo, aún así cambié mi confundido rostro por una leve sonrisa.
-Me fue bien, ¿y a ti, papi?.- No quise contarle lo que había pasado, no quería aburrir con los problemas de una adolescente.
-Fue un día ajetreado, Chris no dejaba de fastidiarme, además de todo el trabajo que tenía.- Soltó un suspiro agotado.
-Creo que le gustas a Chris.- Mi rostro se volvió travieso. Mi padre se rió apenado, estaba segura que estos momentos lo hacían arrepentirse de haberme dicho que era bisexual.
-Ya quisieras, niña.- Esto me hizo reír, verlo apenado era algo extraño, pero sin duda chistoso. Él se resignó a negar con una sonrisa.
-Ya, ya, ¿te ayudo? .- Él no se negó, por lo que agarré una de las prendas antes de comenzar a coser junto a papá.
[...]
Ya era de noche, por lo que me encontraba en mi habitación, con mis audífonos puestos, escuchando la canción Inferno de Bella Poarch y Sub Urban, la había encontrado al buscar algo que pudiera explicar como me sentía en este momento.
No halo
Baby, I'm the reason why hell's so hot
Inferno
Baby, I'm the reason why bad's so fun, hell's so hot
Oh, soAún no encontraba una similitud, pero la canción me estaba gustando bastante.
Terribly terrible, she's the villain
One as sweet as caramel, she's my saint
Think I'm getting butterflies, but it's really
Something telling me to run away