Un día había pasado desde que ese extraño Alfa había ido al burdel y le lleno la cabeza de ideas absurdas sobre ser parejas predestinadas, el Omega creía que era una estupidez, una perdida de tiempo, un lazo que obligaba a dos personas a estar juntas a pesar de no armarse, totalmente ridículo.
Aún con su pasado trágico, Tony seguía creyendo en el amor, imaginaba que algún día encontraría aquella persona que lo amara tal como es, con sus cicatrices y heridas y no por su aroma o porque el destino lo dicta.
Tony se encontraba pensativo, mientras arreglaba su crecido cabello, mirándose por el espejo del camerino, el cuál compartían todos los Omegas, quienes se preparaban para dar un show o ponerse a la merced de cualquier Alfa o Beta. Tony había cambiado demasiado, ya no era más ese niño inocente e ingenuo, eso ya se lo habían arrebatado hace años, ahora solo quería sobrevivir, un chico de dieciséis años viviendo en un mundo de adultos.
El castaño se colocaba sus medias blancas, sin poder evitar escuchar la conversación que tenían los demás Omegas tras sus espaldas, sobre el incidente de la noche anterior, ese Alfa había causado gran impacto y muchos se preguntaban porque prefirió a un Omega sin gracia ni encanto como Tony. Era absurdo, por dónde quiera que mires, aquél niño no era para nada lindo, lo único que tenía en especial era su olor, el cual no era tan bueno como presumía, además de ser la perra del dueño del lugar.
Las miradas se clavaban como dagas en su cuerpo y Tony solo podía cubrirse y hacer caso omiso, como si no le importara, pero la verdad es que sí. Colocó sus manos en sus orejas bajando la mirada, el sonido ya no era tan intenso y en algún momento el parloteo acabo pues había entrado alguien a la habitación, haciendo callar a los Omegas en seco.
——Dejen de hablar estupideces y salgan a trabajar, ¡Ahora!——. Thor entró al cuarto abruptamente, pues desde el pasillo se podía escuchar las malas palabras que le escupían a Tony. Él no permitiría que le hagan daño, ya no más.
Todos los Omegas sabían que no debías meterte con un Alfa furioso, así que todos salieron rápidamente de la habitación, dejándolos solos.
——¿Cómo estás?——. Se acercó a él apoyando sus manos en sus hombros, mirando su reflejo.
——Soy horrible——. El Omega dejo salir un suspiro, habían días que era fuerte y otros en donde solo quería desaparecer.
——No digas eso, eres el chico más hermoso que he visto. Mírate——. El Alfa rubio tomo el rostro del castaño delicadamente he hizo que alzara la mirada. ——¿Lo ves? es hermoso——. Tony paso sus ojos por todo su reflejo, girando levemente su cara y sonrió.
Thor sintió su corazón latir al ver esa dulce sonrisa, acaricio aquel cuello desnudo, pasando sus yemas por los huesos que eran tan visibles, buscando algún tipo de marca dolorosa en esa piel tan tersa.
——¿Te hizo daño?——. El recordar ese estúpido Alfa hacía que su sangre hirviera de enojo, le debió romper las costillas, partirle la cara, arrancarle la cabeza de un mordisco.
——Ya estoy acostumbrado——. Tony alzó la cabeza y rodó los ojos hacia arriba, se levantó de la silla y se acercó al Alfa abrazándolo, pasando sus manos por su espalda y reposando su cabeza en su pecho. ——Tranquilo——. El Omega pudo percibir la furia y sabía cómo calmarlo.
——Yo jamás te lastimaría, si pudieras escogerme...——. Thor acarició los castaños cabellos pero antes de terminar su oración fue empujado lejos de lo que tanto quería.
——Ya hablamos de esto, no puedo estar contigo——. Tony se alejó pasando su mano por su fleco, peinandolo hacía atrás. Sabía que no podía tener un final feliz, ya se había resignado hace años.
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Al ACECHO➝stony
FanfictionDónde un rubio se obsesiona de un trabajador de un burdel y hará lo posible para tenerlo. •omegaverse