En algún punto ya ni siquiera sabía lo que pasaba con su vida, le llegó a ser indiferente a sus problemas y a sus malestares, tal vez estaba destinado a ser miserable. Todo lo que algún día le importó se desvanecía y ahora el hecho de ser amenazado de muerte, ser puesto en la mira y ser apuntado ya no significaba nada.
¿Vivir? Estaba bien. ¿Morir? Mucho mejor.
Pero aún era irónico que pensara que podría escapar, tener entre sus manos aquel sueño que le fue arrebatado hace años. Sobrevivir, lo único que pasaba por su lastimada mente. Toda su maldita vida estaba resumida en desgracias y tragedias, una novela cómica que hacía al protagonista pasar por diversas circunstancias que le traerían dolor.
Es más fácil ponerse frente a la boquilla de la pistola y esperar que alguien jale el gatillo. Así se sentía todos los días, solo esperando.
Pero una vez más, la luz se hacía más brillante y ya no caminaba solo, tenía a alguien a su lado. Por alguna razón de nuevo confío, no podía hacer nada más, lo intentaría.
Así que, sostuvo con más fuerza la mano que lo envolvía, y se aferró a él. Su corazón latía con fervor y la sangre galopaba entre sus odios mientras pasaban por la multitud, desesperado por tomar una bocanada de aire fresco y poder mirar el nuevo futuro que le esperaba.
Thor se apegó más a Tony, le miró y no dudó en quitarse su saco y dárselo a él, le quedaba grande y eso ayudaría a mantenerlo en cubierto. Era difícil pasar por las personas que solo les interesaba restregarse a algún cuerpo necesitado de sexo. Él rubio con sus rudas manos llenas de experiencia empujaba sin compasión, ignorando las miradas cargadas de odió y una que otra blasfemia.
Por otro lado un Alfa solo disfrutaba los frutos de su creación, lo que tanto trabajó para ser uno de los hombres más respetados en la zona. Un Alfa con aires de superioridad. Bebió con gusto su vino, mirando como todos se regocijaban por la obsenidad y el alcohol, pero su humor se hacía polvo al escuchar que su Omega no aparecía, habían sido tres llamadas y él no se paraba en el escenario.
Todo el público estaba a la espera del protagonista de la función, la cereza en el pastel. Yon no pudo soportar más y con enojo mostrado en su rostro y el azotar de sus suelas, fue directo a la habitación de a lado, la cuál era de vigilancia, las pantallas mostraban todo el lugar, desde el estacionamiento hasta los camerinos, nada se le escapaba.
---¡¿Dónde carajos está?!---. Preguntó furioso hacía sus subordinados, ellos solo agacharon la mirada y miraban los televisores nerviosos, tratando de encontrarlo.
--- Lo encontré señor ---. Un joven Alfa dijo aliviado. Yon visualizo con más persistencia la pantalla y claramente lo reconoció pero lo que más hizo a su lobo gruñir fue el hombre con el que estaba. Mataría a ese hijo de perra.
---Ustedes vayan por él, no me importa si tienen que matar a ese estúpido Alfa---. Ordenó con agresividad a unos cuantos Alfas y Betas que con gran rapidez se levantaron de su asiento y corrieron hacia la salida de la habitación, escabullendose por el escenario. ---Tu, prepara el auto---. Está vez sus palabras fueron dirigidas al hombre encargado de la vigilancia, su mejor hombre que tenía. Ese era Sam.
Samuel tragó duro y solo pudo pensar lo estúpido que fue su amigo. Ojalá lograra huir.
Y mientras que los hombres de Yon avanzaban por la muchedumbre, Tony no dejaba de sentir su corazón palpitar demasiado rápido, ya no podía escuchar la música, su visión se volvía borrosa y todo parecía ir más lento, solo alcanzaba a mirar la espalda ancha de Thor moverse de un lado a otro, siendo casi arrastrado y con un fuerte agarre en su brazo, el cuál ya estaba presenciando los estragos de ser jalado con insistencia.
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Al ACECHO➝stony
FanfictionDónde un rubio se obsesiona de un trabajador de un burdel y hará lo posible para tenerlo. •omegaverse