Jade Princes | Yoonseok/YoonKook || BOOK 1#

XXI. Regalos para el inseguro príncipe

—Tu hermano mandó esto para ti.

Yoongi arruga las cejas ¿Agust le mandó un regalo? Es un caballo de pelaje entre negro y blanco en algunas zonas tan específicas que resulta anómalo. Yoongi acerca la mano al animal, por relinchar se hace atrás y niega con la cabeza. Nunca ha subido a un caballo propiamente. Usualmente lo llevaban de carga o amarrado y debía seguir el paso.

Esto de tener uno lo supera ¿Por qué Agust le enviaría un regalo así? No tiene mucho sentido. Ni siquiera puede salir de la casa o de la habitación donde Jimin le da clases junto a Hoseok. Es un regalo inútil.

—Usualmente, los príncipes tienen un caballo propio y son buenos en equitación. En tu caso no has practicado mucho hasta donde sé. Seré tu instructor—anuncia Jungkook dándole la rienda a Yoongi—. Será a mitad de tarde, cuando esté desocupado.

—pero en donde coño-

—En el palacio imperial. Ahí hay jardines de sobra y solo el emperador o su kisaeng podrán verte. Quizá nos acompañen.

Yoongi arruga la cara. No se imagina teniendo ni cinco minutos en el mismo espacio físico que Agust. La única vez que se han visto fue tan incómodo. Eso de descubrir que son gemelos. Sabiendo como saben ahora uno del otro –de forma accidental-, solo lo haría peor ¿Cómo se supone que siquiera se miren?

Sabiendo tanta mierda.

—No quiero un caballo.

—Sí lo quieres.

—Que no.

—Aun tu dragona está famélica. Incluso si ella lo intentara, siendo tu una hoja llevada por el viento, no podrías montarla.

—Deja de insultar a Migu- ¿Montarla? ¿Puedo subirme en ella? —Se interrumpe, sorprendido.

Todos los dragones que ha visto hasta la fecha, son bastante pequeños. Migurim era lo más enorme que había visto hasta que Nokssek lady, Kurimjanie, Soo, Sookie y Ji aparecieron en su vida. Sin mencionar que ni siquiera pudo ver los de Taehyung y Jin. Que seguro son igual de enormes. Esta información de que puede montarla le interesa.

¡Significaría que puede volar! ¡DE VERDAD SE PUEDE! Es un sueño de la infancia desde que le hablaron de los dragones y vio a Migurim por primera vez. Como no fantasear con ello. Después de todo, los dragones flotan por naturaleza. Siempre ondean como llevados por el viento. Peor con los que son propiamente de viento.

—Cierto que no tienes permitido saber mucho—medita Jungkook en voz alta con una mano en la barbilla. Yoongi a veces se pregunta si el peinado no le hace sentir que se quedará sin cuero cabelludo. Los perros de Jungkook olisquean y tratan de jugar con el caballo—. De todos modos, no es el punto: lo es que aprendas a montar a caballo. Ya tienes caballo que montar y más tarde aprendes a no romperte la cabeza cayendo de él.

Yoongi chasquea la lengua con fastidio.

~ * * * ~

— ¿Que no se supone que el emperador no debería andar a caballo porque es una figura muy importante y sagrada?

Agust da una fugaz y fastidiada mirada a Hoseok.

—Si me toca traducir, creo que te dijo que manda a la mierda esa impresión. —comenta Jimin y Hoseok se ríe divertido. Agust palmea a su caballo. Este relincha y se sacude, complacido por los mimos de su jinete.

—Será divertido cabalgar juntos—afirma Hoseok emocionado—. Lástima que no puede ser por el pueblo. Algo acabaría incendiado.

—O hecho jade porque nuestro señor tiene el peor temperamento del país. —bromea Jimin y Agust le dirige una mala mirada.

Hoseok ha notado que Agust es muy íntimo con Jimin. No lo sorprende, con lo que ha notado a lo largo de este tiempo y le han contado, llevan mucho tiempo juntos. Son casi hermanos de otra madre. Es claro que Jimin se preocupa por Agust y su bienestar, a sabiendas de lo inestable que es; en tanto Agust toma a Jimin como ese pequeño y tierno hermanito que necesita protección de todo en el exterior. Es una dicotomía encantadora desde su punto de vista. Permite que haya algo más de Agust aparte de su actitud de gobernante.

Porque la que tiene con Hoseok no cuenta. No tiene un punto exacto. Ni siquiera él sabe si es íntimo o no. Tan solo es raro.

Jimin es quién va a dar la bienvenida a Jungkook y Yoongi. Hoseok se queda con Agust. El rubio detiene sus mimos al animal, viendo al infinito y Hoseok trata de leer sus pensamientos. Acercarse a lo que sea que lo preocupe. Eso lo tiene claro, sabe identificar ese gesto en específico.

— ¿Que lo preocupa mi señor? —pregunta Hoseok con timidez. Agust niega con la cabeza antes de subir al caballo. Hoseok suspira decepcionado. Agust es muy reservado con sus inquietudes.

Toma su propio caballo y va tras el emperador. Galope ligero para llegar al jardín enorme como un campo. Desocupado sin que nadie pueda mirar. Yoongi jala mucho la rienda del caballo por los nervios de caerse. A Hoseok le hace gracia y no resiste reír, llamando la atención del torpe muchacho.

— ¡NO TE BURLES CARA DE CABALLO! —reclama Yoongi.

— ¡Y tú tienes cara de tortuga!

—Venga, concéntrate o te vas a caer. —regaña Jungkook que pasa a un lado.

Yoongi chasquea la lengua con molestia. Escucha las indicaciones de Jungkook, algunas de Jimin y todo se torna silencioso cuando gira la cabeza a un lado. Un simple y fugaz vistazo al callado emperador de Corea. El hombre rubio paso por su lado, su caballo a paso lento y rostro inexpresivo en enorme semejanza con el gesto que Yoongi le dedica. Aún es sorprendente lo iguales que sin. El que, si tuviera el cabello largo y rubio sin pintar, sería igual a él. Incluso en la horrible cicatriz que les surca la cara.

Jungkook nota el momento tan especial entre ambos. Agust da a la rienda y el caballo galopa a todo dar con Hoseok a poco de distancia, jugando con el emperador que suelta una risa ocasional a cada berrinche de su kisaeng. Que imaginen tan extraña.

Tan... bonita.

— ¿Uh? ¿Sonriendo porque aún no te caes?

Enrojece por la sonrisa que Jungkook le dedica. Picaresca y divertida. Continúa con lo suyo, el caballo relincha de forma constante como si se burlarse de Yoongi y su bochorno. Jimin da una risa cantarina por la situación. Los gemelos que se imitan y el hermanastro que admira la simple sonrisa de un príncipe sin reconocer. Encantador.