6. Liberación

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Se mencionan temas delicados.

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Lo poco que Misa recordaba de Rem, la criatura sobrenatural a la que ya todos estaban acostumbrados, era que la había acompañado durante mucho tiempo, que la había apoyado a pesar de todo, y se había convertido en una confiable y cercana amiga.

Además, le había alcanzado a contar todo lo concerniente al Death Note y su relación con ella, y que debía confiar en Light, a quien Misa ya no miraba ni consideraba lo más hermoso del planeta. Vivían ignorándose el uno al otro.

Había tenido tiempo de conocerse a sí misma en aquellos cincuenta días, tiempo de replantearse sus gestos al mirarse al espejo, de mirar al pasado, repensarlo, y decidir que quería encontrar ese algo que le contentara más que hacer diversos papeles, más que rememorar las épocas supuestamente rosas con sus padres, más que solo recordar el baile al ritmo del piano que la hacía sentirse pacífica y felizmente perdida.

¿El amor que le tenía a Light? También se lo había replanteado seriamente, dudando su comienzo y su razón. Porque consideraba una locura buscar a alguien por internet e ir hasta su casa a rogarle que sean pareja.

La acción había sido demasiado repentina incluso para una persona como Misa, quien pensaba que solo Kira, quien había hecho justicia al asesino de sus padres, habría sido capaz de provocarle semejantes actitudes.

Desearía recordar más, y verdaderamente confirmar que había sido la segunda Kira, pero la Shinigami le había explicado que podría enterarse de todo lo que había en sus espacios en blanco una vez que tocara la tapa del Death Note. Aunque solo podría conservar el conocimiento una vez que la utilizara.

Actualmente, Rem miraba con curiosidad las pantallas que mostraban a Misa en su habitación. Ojalá pudiera hablar con su amiga para enterarse de qué había sucedido todo ese tiempo en el cual no estuvieron juntas.

La mencionada, de manera casi imperceptible, se encogió de hombros hacia donde especulaba que había una cámara, claramente con el objetivo de comunicarle a Rem algo similar a "No sé de qué va a tratar esta charla", y así aliviarla un poco.

Aunque no le impidió intentar leer los labios de ambos jóvenes.

[...]

—Supongo que esto confirma que te adoptaron... —comentó L. Había pasado un par de horas desde que Watari había buscado los resultados del segundo examen, y el detective ya había leído los datos en relación con el ADN de Misa.

Misa le arrebató el papel, arrugándolo en el proceso, y lo miró, indiferente.

—Sí —contestó luego de leerlo ella misma y devolverlo a L.

—Era un poco demasiado obvio con tu escaso, por no decir ningún, parentesco—reanudó rápidamente la charla el azabache, antes de que comenzara a nacer un silencio incómodo.

Misa rodó los ojos ante la observación obvia del distinguido detective.

—Solo no vayas a divulgarlo —respondió, cortante—: odiaría que los medios me preguntaran... Mako siempre será mi único padre.

El detective lo pensó.

—Solo si me contás primero.

El significado de una sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora