ferran torres y carla ruiz, dos personas totalmente desconocidas pero con una pasión en común " el fútbol ". Carla marcha a Inglaterra para poder trabajar en el sueño de su vida pero ¿ y si ferran llega a su vida y la pone patas arriba?
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Acabo de llegar a casa después del último día de universidad para mi, si así es mañana me dicen en que país hago las prácticas de periodismo por fin.
Aún no me he presentado, hay veces que soy muy despistada.
Me llamo Carla Ruiz y soy de Galicia, más concretamente de Vigo. Tengo 20 años y durante toda mi vida he vivido en Vigo, nunca se me ha pasado por la cabeza mudarme de lugar ya que voy a todos los partidos del equipo de mis amores, el Celta de Vigo, desde pequeña he asistido a todos los partidos sin perderme ninguno, mis padres son muy aficionados del equipo gallego y para mí estar en el Estadio de Balaidos es como estar en mi casa. Siempre he soñado con ser periodista y a día de hoy lo estoy consiguiendo, siempre me decían que periodista no me iba a llevar a nada pero a mi me encanta y espero ser una gran periodista. Por el físico, pues bueno mido un metro setenta y ocho, soy morena con el pelo largo, ojos marrones y algo delgada.
En mi casa todos los días y a todas horas se está viendo fútbol, soy muy apasionada del mundo del fútbol y no sé si es porque lo he heredado de mi padre o vete tú a saber pero yo creo que mi vida no tiene sentido si el fútbol no forma parte de ella.
Tuve muy claro que quería ser periodista desde más o menos los quince años, mis padres siempre me apoyaron en esta decisión aunque también tuve alternativas por si no entraba en periodismo, las alternativas eran: médica pero odio los hospitales y nada más entro por la puerta me mareo, profesora pero aguantar a niños de doce a dieciocho años es muy extresante y no creo que tenga demasiada paciencia para aguantar eso y también estaba dentista pero el destino quería que entrase en periodismo.
Me encantaría que me tocase las prácticas en España porque eso significaría que podría entrevistar a mis jugadores favoritos de mi equipo, pero sino pues oye yo creo que la Premier League tampoco estaría nada mal y La Liga tampoco pero ahí ya no elijo yo, pero rezaré lo prometo.
Mi jugador favorito del mundo es Iago Aspas, él tiene algo especial, desde que lo vi jugar por primera vez con la camiseta celeste fue mi jugador preferido y lo admiro mogollón, de echo, he tenido la oportunidad de conocerlo y no sé cómo no me dio un infarto. Lo conocí gracias a una sorpresa que me hicieron mis padres y mis amigas por mi décimo octavo cumpleaños, es decir mi mayoría de edad.
Hoy es viernes y hay partido del Celta contra el Levante en el Estadio de Balaidos y por supuesto que iré porque quizás sea a el último partido que vendré en mucho tiempo, ojalá que no pero mejor prevenir ¿no?
- Carla ¿qué haces? - pregunta mi madre entrando a mi habitación.
- estoy terminando de elegir la ropa para ir.
- pues ve acabando y empieza a ducharte.
- si mamá.
Mi madre se llama Ana y es como mi mejor amiga, siempre está conmigo en todo y las dos nos complementamos la mar de bien. Sin ella yo no sabría qué hacer. Mi madre y yo nos llevamos justamente veinte años, ella me tuvo con veinte exactamente la edad que tengo yo.
Terminó de coger la ropa y como mi madre ha dicho me voy a ducharme, mientras me ducho pongo mi playlist de spotify que siempre está ahí para todos los momentos, duchas, deberes, gimnasio ...
Acabo de ducharme y me seco el pelo con el secador porque sino tarda mucho en secarse y cuando ya está completamente seco, comienzo a vestirme, unos pantalones blancos y la camiseta de mi equipo por supuesto y unos zapatos cómodos para que no me duelan los pies.
No soy muy fan de maquillarme aunque también es porque no sé maquillarme mucho pero bueno me pongo un poco de colorete, máscara de pestañas y un pintalabios color nude.
Y ya para rematar el look un bolso negro.
- ¿estás lista? - pregunta mi padre.
- si - digo.
- vámonos ya, Pedro vamos. - Dice mi madre a mi y a mi padre.
Efectivamente mi padre se llama Pedro y es una pieza fundamental en mi vida, es como mi súper héroe. La persona que más calma me transmite. Tiene cuarenta y dos años, y me tuvo a mi con veintidós años.
Mis padres se conocían desde el colegio, cuando eran dos niños, aunque se llevan dos años, se conocían de verse por el recreo y los pasillos. Y después coincidieron en el mismo instituto y universad pero fue en una discoteca cuando mi madre tenía quince años y mi padre diecisiete cuando comenzaron una relación. Ojalá yo tener una relación así algún día con alguien.
Nos vamos andando ya que pillamos el estadio a unos diez minutos y es una tontería sacar el coche para eso y más cuando apenas hay aparcamientos.
Llegamos al estadio y ya está abarrotado por fuera, entramos cuando la seguridad nos lo permite y vamos a nuestros asientos que siempre son los mismos ya que somos abonados del club. Nuestros asientos son los primera fila justo al lado del banquillo.
Mientras esperamos que salgan a calentar comemos un paquete de pipas y de patatas junto a unos refrescos. Cuando salen a calentar ambos equipos aplaudimos y esperamos a que el partido comience.
A las nueve en punto el partido comienza y me empiezo a poner nerviosa. Malditos nervios.
En el minuto veinte después de una dura y fea entrada a Brais Méndez hay un penalti a favor del Celta y menos mal porque podría haberle sacado tarjeta roja fácilmente, pero el árbitro no ha querido y solo le ha sacado tarjeta amarilla.
- vamos ostia - gritamos y nos levantamos para aplaudir.
Me vuelvo a sentar con una sonrisa de oreja a oreja en mi rostro.
Se van a el descanso ganando el Celta y mientras comemos unos bocadillos de filete de pollo y tomamos unas fantas de naranja.
El segundo tiempo empieza.
Minuto secenta y seis gol, Iago Aspas mete un golazo de falta que ha metido por toda la escuadra.
Minuto ochenta y tres gol de Nolito y da el tercer gol.
- siiiiiiii vamos - gritamos.
El árbitro pita el final del partido y si, victoria para mí equipo.
Me voy a casa sin pensar en todo lo que está por venir por delante.
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