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quince

Me despierto cuando escucho la alarma de mi móvil antes de ponerme de pie pego un pequeño bostezo y me estiró. Apago la alarma del móvil y ya si que si me pongo de pie.

Veo la hora que es y marcan las ocho y media de la mañana. Voy medianamente bien.

Me hago un café para así despertarme y espabilarme. Termino de tomármelo y empiezo a meter las maletas en el coche.

Antes de irme al aeropuerto me pego una ducha rápida y me visto con ropa cómoda para estar en el avión.

A las nueve y cuarto me monto en el coche y voy dirección hacia el aeropuerto mientras voy conduciendo voy escuchando música en inglés y tarareando un poco.

Llego al aeropuerto y aparco en el parking, abro el maletero y cojo todas las maletas.

Termino de hacer todas las cosas de las maletas y todo ese tema, y espero sentada a que avisen por megafonía que ya puedo subir al avión.

Estoy sentada viendo el móvil hasta que escucho mi nombre.

- Carlaaaaa - gritan detrás de mi.

Me doy la vuelta y me encuentro a mis amigos.

Los abrazos a todos y suspiro. Ahora mismo quiero llorar.

- no queríamos que te fueras sin despedirnos aquí - dice Emy.

- muchas gracias por venir hasta aquí chicos.

- gracias a ti por haber sido una amiga maravillosa. - Dice Rodri.

- gracias a vosotros por aceptarme desde el primer momento tal y como soy. Sois unas personas increíbles y que sepáis que os espero en España. - Menciono y reímos.

- seguro que iremos pronto a verte. - Dice Johanna.

- y yo también vendré a veros prontito.

- eso esperamos - dice Ruben Dias.

- y si no vienes vamos allí y te secuestramos y te traemos aquí. - Bromea Evelin.

- pasajeros destino Vigo suban al avión - dicen por megafonía.

- llegó la hora - dice Julia y asiento.

- ven aquí - dice phill abriendo sus brazos.

Me vuelvo a abrazar a todos ellos y algunas lagrimillas se me escapan.

- no llores que lloramos todos - dice grealish.

- os quiero mucho, gracias por todo, os voy a echar de menos pero me vais a tener siempre. Cuidaros mucho y ustedes - digo señalando a los chicos. - meted muchos goles y ganar la premier eh.

- prometido - dicen los chicos.

- te queremos - gritan a la vez. - y te esperamos pronto.

- os quiero - digo haciendo un corazón.

Me despido ya de lejos mandando besos y saludos y ahora si que si me monto en el avión.

- allá vamos - murmuró.

Me pongo los auriculares porque el señor que me ha tocado al lado no deja de roncar pero unos ronquidos descomunales.

Después de cinco horas aterrizamos en vigo, cojo mis maletas y pido un taxi ya que no le he dicho a nadie que vendría y mucho menos que vengo para quedarme.

Quince o veinte minutos en taxi y llego a mi casa. Bajo del taxi y el taxista me ayuda a bajar las maletas del coche. Me acerco a la puerta y llamo.

Espero unos segundos hasta que escucho como la puerta se va abriendo. Mi madre abre la puerta y se lleva las manos a la boca al verme.

- ¿ y esto? - pregunta sorprendida.

- sorpresaaa - grito.

Mi madre coje algunas maletas y las mete dentro de casa.

- ¿ te han echado? - pregunta mi padre y niego rápidamente.

- no por el amor de dios.

- entonces, ¿ qué ha pasado? - pregunta mi madre.

- sentarse que os cuento.

Les cuento todo y aplauden felices.

- osea, ¿ qué te quedas aquí en españa?

- exactamente si.

- hay que felicidad - dice mi madre.

- mucha.

Después de hablar un rato más con mis padres, me voy a deshacer todas las maletas a mi cuarto mientras mi madre me prepara algo de comer. Tengo muchísima hambre, pero es que llevo sin comer desde que desayune y en el avión no he comido nada.

Y son ya casi las cuatro de la tarde, un poco tarde para comer si pero ahora mismo es lo de menos.

Nada más terminar de sacar todo de la maleta. Me llega un e-mail de danz. En el e- mail pone que mañana tengo que estar en madrid a las cuatro y media de la tarde para una pequeña reunión.

- pues a hacer de nuevo una maleta.

Parece que mi vida se basa en esto, en hacer maletas constantemente. Pero no me quejo para nada, ya que a mi me encanta viajar.

Termino de hacerla y me quedo un rato tumbada en la cama, miro el calendario colgado en la pared y me doy cuenta de que falta una semana para mi cumpleaños.

Me llega una llamada entrante de julia y enseguida la respondo.

Julia sin duda se ha convertido en una persona imprescindible, es como mi mejor amiga, es una persona con la que verdaderamente puedo confiar en ella. Se que siempre que lo necesite ella va a estar ahí para mi como yo también voy a estar para ella.
Fue a una de las primeras personas que conoci al llegar a manchester y sin ninguna a duda una de las más importantes.
No me quiero ni imaginar cuanto la voy a echar de menos.

Después de la llamada me quedo con el móvil y me meto en galeria para ver todas las fotos que me he echo en manchester, aunque creo que ha sido una mala decisión. Muchas fotos son con ferran.

No se porque me duele tanto. Es verdad que yo a ferran le consideraba como un amigo, o mejor dicho mejor amigo pero a lo largo de estos días me he dado cuenta de que le echo de menos, de que pienso en él mucho más de lo que me gustaría. Creo que no es una amistad solo lo que siento por él. Y es por eso, por lo que me duele tanto que se fuera así, como si nada.

- joder carla - murmuró. Niego con la cabeza y aguanto las ganas de llorar.

- ferran no se lo que has echo conmigo. - susurro.

Llamo a julia y le cuento esto.

- hay carla, por fin te das cuenta de que estás colada por ferran.

- espera, ¿ lo sabías?

- hombre por supuestisimo que si, se notaba que entre vosotros había una conexión.

- bueno si tu lo dices.

- y te digo una cosa, seguro que vais a acabar juntos. - dice y yo me quiero echar a reír.

- bah no creo.

- ten fe mi niña, que ya te lo digo yo.

- bueno ahí queda. - digo.

Ay por dios, solo pido que esto no me de mucho tostón de cabeza.