❝Soy una Salvadora. Por sobretodo, soy la hija de mi padre. Nosotros no nos doblegamos aunque nos quiebren en mil pedazos, y el único perdón que otorgamos es una bala en el corazón. Harías bien en recordarlo, porque el segundo que ponga un pie fuera...
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❝Vivir como alguien movido por la venganza inevitablemente conduce a morir como alguien lleno de rencores. —Glenn Rhee.❞
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OCTUBRE 2016 El Santuario
Estaban de vuelta en el Santuario luego de medio día de viaje. Negan mandó a los prisioneros a los calabozos del piso subterráneo, y no dejó a nadie descansar antes de convocar una reunión en la sala principal. Dejó a Lucille —que volvía a estar como nueva— con el hombre que vigilaba la puerta, y cruzó el umbral mientras una hilera de hombres le pisaba los talones.
Su padre estiró los brazos y soltó un largo suspiró mientras caminaba a la cabecera de la mesa. —Tengo un puto dolor de espalda que no se va —se quejó, tronando el cuello.
—Has hecho de pitcher toda la noche, jefe —Izzy alzó una ceja con diversión hacia Gavin. Tres años de jugar baseball le habían enseñado que los pitcher definitivamente no bateaban, pero se abstuvo de comentarlo—. No es ninguna sorpresa.
Su padre chasqueó la lengua. Lucía de lo más afligido mientras tomaba asiento. —No, es algo más. Creo que... el peso de ser la persona más malditamente genial que ha pisado este mundo —soltó una carcajada, la tensión finalmente abandonándole los hombros y soltando el acto adolorido—. Hoy día fue un día excelente, muchachos. Buen trabajo.
Un aplauso se extendió por la habitación y Negan sonrió satisfecho. Izzy se sentó en su lugar a la izquierda de su padre.
—Pero es apenas el inicio de un puto camino llenísimo de rocas. Gracias a Rick y su idiotez de categoría, la gente puede adoptar la idea errónea de que no somos invencibles. Simon, Gavin, vigilen de cerca Hilltop y El Reino en las siguientes semanas. Mi amigo Ezekiel y el pequeño Gregory deberán de andar con la cuerda corta —anunció, quitándose el guante de cuero que había cargado toda la mañana. Los aludidos asintieron con la cabeza—. En cuanto a nuestros invitados... —se reclinó sobre su asiento y deslizó la mirada a través de los presentes—. Dwight, tú te quedas a cargo del arquero.
—¿Y el niño? ¿qué sucederá con él? —preguntó Jared, quizás más emocionado de lo que debería. Por la manera en la que las cejas de su padre formaron una pequeña arruga, Izzy comprendió que no estaba muy contento por su tono—. Dámelo a mí. Janice es una dulzura, no me dirá que no si le pido encargarse de mi trabajo durante...
—No —sentenció Negan, sin siquiera darle el beneficio a la duda. Jared pareció sorprendido por la severidad en su expresión—. Cuando le doy un trabajo a alguien, me gusta que lo cumplan. Tú tienes la semana ocupada en El Reino y Janice es una mujer embarazada, Dios santo, no necesita más carga. Además, soy un hombre de palabra palabra. Le dije a Rick que no haría sufrir a Carl y no lo haré. No serán unas malditas vacaciones para él, te lo aseguro, pero no dañamos niños.