❝Soy una Salvadora. Por sobretodo, soy la hija de mi padre. Nosotros no nos doblegamos aunque nos quiebren en mil pedazos, y el único perdón que otorgamos es una bala en el corazón. Harías bien en recordarlo, porque el segundo que ponga un pie fuera...
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❝Antes de que su visión se fuese a negro, lo último que vio fue rojo.❞
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—¿Estás ebria?
La sonrisa se desvaneció de los labios de Izzy, y Carl pudo notar algunas cosas que hicieron un montón de sentido cuando llego a la conclusión de que la hija del líder estaba, efectivamente, borracha. Sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas, y sus ojos almendrados —comúnmente grandes y expresivos— parecían luchar contra el peso de sus pestañas, produciendo que sus párpados no estuviesen del todo abiertos.
—Quizás. Quizás no. ¿A quién le importa una mierda de todas maneras? —se limitó a responder, con un tono tan incaracterísticamenteIzzy que al chico le sorprendió. Se dio cuenta que le estaba costando trabajo estabilizar la mirada en algún lugar específico de su rostro—. Ahora sí, Grimes, los tipos se marcharon. Quítate la venda.
Aquello incendió una chispita dentro de Carl inmediatamente, cólera comenzando a formarse dentro de su estómago como siempre que le dirigía la palabra. Le había pedido que se quitara la venda. Eso significa a que había presenciado el altercado con Roger y había decidido esperar antes de intervenir mientras el tipo lo molía a puños.
—¿Viste eso? ¿lo viste y no ayudaste antes?
Ella alzó una ceja, como si fuese una ofensa que le estuviese demandado cualquier cosa. —Lo estabas manejando perfectamente antes; yo solo vine cuando me di cuenta que necesitabas una mano. No te iba a quitar la oportunidad de ganarte el respeto por tu cuenta.
Este es el asunto: Carl no le compraba absolutamente nada.
—No me quitaré ninguna mierda —sentenció.
—¿Por qué?
—Porque no quiero.
—Una pena. No acepto un no como respuesta —advirtió Izzy, segundos antes de estirar la mano hacia la venda al igual que Roger había hecho previamente. Pero estaba bajo la influencia de quien sabía cuántas copas de whisky, e interceptar su muñeca fue aún más fácil para Carl que la vez anterior. Tenía tan poca fuerza en comparación a Roger, que el forcejeó la obligó a dar un paso torpe hacia Carl por inercia.
Frunció el entrecejo por el movimiento brusco, alzando el mentón para encarar al chico. —¿Que, asustado de que te vea asustado como un monstruo?
—Asustado de que no puedas soportarlo.
Izzy soltó una risa sin humor, librándose de su agarre. —Mentiroso. Si pensaras que no podría soportarlo entonces estarías ansioso por mostrármelo, porque quieres que esté asustada de ti, ¿no es así? Quieres que me intimides tanto como yo te intimido a ti. Puede que esté ebria, Carl, pero aún así puedo leerte como un jodido cuento para niños. Sé que no te quitarás la venda porque te avergüenza lo que hay debajo y, honestamente, no te culpo. De seguro es malditamente asqro... as... asque...