De vuelta al principio

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Narra Fernando

Todavía no me puedo creer que pasé la noche junto Angela de una forma tan especial e íntima, todavía me resuenan en los oídos sus jadeos y gemidos constantes, todavía puedo verla tan indefensa y deseosa de mi; era un deleite tenerla debajo de mí pero aunque fue una bendición también fue una desgraciada, ella es demasiado joven y pura para que sea tocada por unas manos tan manchadas y sucias que tengo.

Me encontraba arrodillado en frente de ella mientras la veía dormir, todavía podía oír sus jadeos y gemidos, ver su hermoso cuerpo deseandome tanto como yo a ella, todavía podía sentir sus manos por mi cuerpo buscando alguna forma de mantenerse a mi ritmo y una forma de apoyarse en mí. Mientras estaba todavía estaba atrapado en mis recuerdos vibra el teléfono al ver la pantalla observo que es ella.

- Ahora que quieres.

- Ay bebé no te molestes sólo vine a felicitarte ya que al fin lograste tirarte a esa niña ja ja ja

- Eso no es de tu incumbencia así que si no tienes nada inteligente que decirme entonces voy a colgar.

- Hay bebé pero no te molestes si más bien vine a felicitarte - se río y luego se puso sería - Quiero que vengas para acá de inmediato

- No voy a ir a ningún lado y menos a donde estás tu, Angela me necesita aquí así que no voy a moverme de aquí.

- ¿Ni por que pueda estar en peligro la información de su pasado juntos?

- No te atreverias

- ¿Tu crees?, soy capaz de todo con tal de conseguir lo que quiero

- Lo sé - exale cansado y sabiendo que estaba diciendo la verdad ya que lo había vivido en carne propia - Ya voy, dentro de unos minutos estoy allí

- Bien bebé, aquí te veo chau chau

Colgó, yo me retiré el teléfono del oído y agarré la mano de Angela para ponermela en la mejilla buscando fuerza en esa caricia para poder ver a esa mujer, luego de haberme vestido y coger la llave del carro le escribí una nota a Angela, salí rápido con la idea de llegar antes de que ella despertara.

Narra Angela

Al despertarme no encontré a Fernando a mi lado pero si una nota en la mesita que al abrirla vi que era de él.

"Mi bella Angela espero que hayas dormido bien y discúlpame por no poder despertar contigo pero se me presentó un inconveniente y tengo que resolverlo, espero regresar antes de que te despiertes.    F."

Me sonrroje al ver su linda nota así que con esperanza de que me despertara y debido a que todavía estaba cansada, me volví a dormir.

Me volví a despertar debido a que hasta la habitación llegaba el olor de comida, pensando que pudiera ser Fernando me arreglé y bajé, al entrar a la cocina vi que no era Fernando si no más bien quien estaba era Chrisrian, extrañada me senté en el banco a observarlo debido a que todavía no se había dado cuenta de que yo me encontraba observandolo.

- ¿Qué haces aquí Christian y dónde está Fernando?

- Hola Angela, no te había visto, estoy preparando el desayuno, ¿Qué deceas comer?

- Lo que me prepares está bien.

- A su orden princesa.

Me parecía extraño el que Christian estuviera tan temprano en mi casa y me gustaría saber como.pudo entrar, ya que seguramente Fernando cerró bien la puerta.

Desayunamos Christian y yo, hablamos de cosas normales como un par de amigos. A la hora del almuerzo Fernando no había llegado todavía y yo me empecé a preocupar así que decidí llamarlo.

- Angela, ¿Qué pasó? ¿Qué necesitas? - hablo en un tono preocupado

- Na... nada, sólo quería saber si estabas bien, como en tu nota dices que ibas a llegar en la mañana y no viniste me empecé a preocupar, ¿Está todo bien? - dije nerviosa y tímida, queriendo no preocuparlo o interrumpirlo

- Tranquila que pronto llegaré, sólo espérame en la casa - hablo en un tono entre cortado como si estuviera aguantando algo

- Está bien, ¿Cómo ...? - no había terminado la frase cuando se escuchó el gemido de una mujer al otro lado del teléfono - Fernando, ¿Con quién estás?

- Con nadie, tranquila no te preocupes, pronto estaré allí

Y antes de que pudiera decirle otra cosa colgó dejándome con la duda y la desconfianza, no puede ser posible que Fernando se haya ido tan temprano para estar con otra mujer, era muy extraño y no soportaba la mera ilusión de que eso pudiera pasar.

Me senté en el sofá junto a Christian a ver televisión y a seguir hablando de cosas sin sentido.

- Y bueno Angela ahora que ya saliste del colegio ¿Qué vas a hacer?

- Antes de terminar me inscribí en una universidad y quedé así que voy a estudiar en esa

- Y ¿Qué vas a estudiar?

- Pintura o arquitectura

Como me sentía incómoda con ese tema decidí cambiarlo rápidamente, quería despejar mi mente de todas los recuerdos dolorosos que traía a mi mente ese tema.

Cuando terminamos de cenar Christian y yo nos sentamos en el sofá a charlar, hasta que inespermente él se abalanzo sobre mi dejándome acostada en el sofá y él encima mío, no entiendia el porque de esa situación, sin darme tiempo a reaccionar Christian me agarró las manos y me empezó a besar por el cuello, se sentía asqueroso, como si tuvieras una rata muerta encima, me daba nauseas el sentirlo.

Trate de bajarlo pero no pude, cuando fue bajando hasta mi pecho me dio más asco y empezaron a darme arcadas, yo no lo aguanté más y con todas mis fuerzas logré bajarlo, al quedar él en el suelo yo corrí hasta la puerta con todas mis fuerzas, salí y me adentre a la calle, sabía de un lugar que nadie sabía, solamente yo y sólo en ese lugar estaría a salvo.

Llegué a un parque que estaba cerca de la casa, ese parque siempre estaba abierto, por eso es que cuando no podía aguantar estar en la casa mi refugio era este, el parque era sencillo con muchos árboles juntos y muy pocos lugares para sentarse, al fondo de ese parque donde abundan muchos árboles se encuentra un árbol de duraznos que en esta época está floreciendo, siempre iva allí cuando necesitaba llorar y que nadie me viera.

Eso fue lo que hice al llegar llorar y llorar sin que nadie lo supiera, llorar por el miedo de que me iban a violar, miedo de que después de entregarme completamente a Fernando este me deje, miedo a perderme a mi misma y sobre todo miedo a quedarme sola.

Enamorando al demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora