Louis le había pedido su número después de pasar un tiempo hablando y ahora Harry esperaba un mensaje del alfa. Mientras miraba pacíficamente la pantalla de su celular, recordó con una sonrisa los eventos de esa tarde.
Unas horas antes...
Ambos lobos se quedaron mirando sus manos entrelazadas, disfrutando del contacto. Las feromonas fluían intensamente, demostrando la emoción que ambos experimentaban.
"Sei la cosa più angelica che i miei occhi omega abbiano mai visto", dijo Louis, sus palabras llenas de sinceridad. Harry frunció el ceño, sin entender lo que había dicho, pero no quería parecer tonto al preguntar.
Louis, divertido por la confusión del omega, explicó: "Dije que eres lo más angelical que he visto". Las mejillas de Harry se ruborizaron, y agradeció tímidamente el cumplido.
Mientras el sol se ocultaba, Louis, notando la cercanía de la oscuridad, decidió pedirle el número a Harry. "¿Me darías tu número? Me gustaría seguir hablando contigo". El omega, sorprendido, quedó en silencio por unos momentos antes de responder. "Ya va a oscurecer y tendré que irme a casa, si no te molesta podemos seguir hablando". Harry consideró la situación y, aunque era un desconocido, decidió darle su número.
Al caer la noche, se despidieron con una mezcla de pesar y alivio. Louis sugirió acompañar a Harry a casa, pero este rechazó la oferta, indicando que su hogar estaba cerca. Se dijeron adiós con sonrisas tímidas, y Harry sintió una extraña sensación de que todo estaba bien.
Tiempo actual...
Harry suspiró y rió al recordar los eventos de unas horas antes. Aunque su día parecía haber mejorado, sabía que aún no había terminado. Miró expectante la pantalla de su celular, esperando un mensaje de Louis.
•
◇
•Estaba dando vueltas en su cama, sin poder dormir, la ansiedad lo consumía, sin entender por qué tenía a su omega tan preocupado. Suspiró antes de levantarse para bajar a la cocina y tomar un vaso de leche, buscando alguna forma de conciliar el sueño.
Pero fue una mala decisión.
"No, sube, AHORA", habló su omega con terror.
Sin comprender qué le sucedía, y sin humor para lidiar con su lobo inútil, continuó bajando hasta llegar a la cocina. Mientras tomaba su leche, algo llamó su atención, un sonido inusual para esas horas. No debería haber nadie despierto en casa. ¿Esa era la razón por la cual su omega estaba asustado? ¿Estaba tratando de advertirle?
Un ruido rompió su pequeño trance. Levantó la cabeza y vio a su hermano, evidentemente ebrio. La combinación de un alfa ebrio y agresivo siempre resultaba peligrosa.
Aunque sabía que su hermano lo odiaba, nunca lo había tocado, así que no debía preocuparse, ¿o sí?
"Joder", escuchó gemir a su hermano mientras se acercaba.
Quedó petrificado, pues aunque no parecía querer golpearlo, las pupilas dilatadas no eran una buena señal.
"Eres una puta, ¿verdad?", habló el alfa acercándose para tomar la cintura del omega y comenzar a oler su cuello.
Un fuerte gruñido le hizo perder el poco control que tenía. Sus piernas temblaban, sus ojos se llenaron de lágrimas, estaba asustado y no sabía qué iba a pasar.
"¿Con quién mierda te estabas revolcando?"
Confundido, no entendía lo que decía, él no se acercaba a nadie.
Se quedó unos momentos pensando hasta que recordó.
Louis.
Tenía el olor de Louis encima.
Mierda.
Sintió cómo su espalda chocaba bruscamente contra la pared. Luego...
Un golpe fuerte se estrelló en su pómulo. Una patada llegó a sus costillas, haciéndolo caer al suelo. Su hermano le estaba dando una paliza, lágrimas caían por los múltiples golpes.
Logro golpear su entrepierna, esto le dio fuerzas y comenzó a patalear y gritar. Pero gritar solo empeoró las cosas.
Pronto, sintió un golpe fuerte en la espalda, haciéndolo lloriquear. "Deja de moverte", habló su hermano con voz de mando. No tuvo otra opción que acatar la orden.
Pasaron segundos que se hicieron eternos para Harry. Estaba esperando su destino, no podía hacer nada. Su hermano no dejaba de golpearlo, lo iba a matar a golpes.
Hasta que...
La vibración de un celular lo sacó de su aturdimiento, movió su vista hacia donde provenía el sonido. Su hermano, al parecer, esperaba la llamada con urgencia, ya que dejo de golpearlo y fue a contestar la llamada en otra habitación.
Rápidamente subió corriendo a su cuarto, cerró con llave y puso una silla solo por precaución. Pasaron minutos en silencio, esperando que su hermano no volviera. Quince minutos después no escuchó nada.
Estaba a salvo.
Solo ahora se permitió llorar. Lágrimas gruesas caían de sus ojos, sollozos que no le permitían respirar correctamente y un nudo en la garganta que le impedía moverse.
Tenía tanto miedo.
Se quitó la ropa y fue a su baño a sacarse la sangre de su cuerpo y curar sus heridas.
Con los ojos hinchados de tanto llorar, salió de la ducha y se vistió con su ropa de dormir. Aún tembloroso, empezó a hacer su ejercicio de respiración. Quería calmarse.
Su tranquilidad fue interrumpida por una vibración proveniente de su teléfono. Lo miró y vio que tenía un nuevo mensaje.
"¿Hola?"
"¿Estás ahí, Harry?"
"La verdad, espero estarle hablando al precioso ángel y no a algún loco jajajaja"
"Si eres Harry, supongo que estarás durmiendo"
"Espero mañana tu mensaje :)"
"Descansa, angelito, dulces sueños"
Todos eran de Louis.
Se había olvidado de responder hace unas horas.
Con una sonrisa, tecleó la respuesta.
"Hola, soy Harry, perdón, no había visto tus mensajes :c"
"Ya me voy a dormir, descansa, Louis".
Miró su celular sin esperar respuesta. Era bastante tarde, no creía que el alfa estuviera despierto.
Un nuevo mensaje había llegado.
"Descansa, nene, espero poder hablar mañana, duerme bien, bonito".
Sonrió, una lágrima cayó por su mejilla.
Estaba feliz por hablar con el alfa.
Cerró sus ojos lentamente, cayendo en un hermoso sueño, olvidando lo ocurrido hace menos de una hora.
Y todo gracias a Louis.
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𝐴𝑚𝑎𝑟𝑦𝑙𝑙𝑖𝑠 !¡ 𝑙.𝑠
FanfictionHarry, un dulce omega que sólo desea encajar en los estereotipos de su casta. Louis, un alfa que le enseña el amor.