𝓣𝓻𝓮𝓲𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸

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Hyunin



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Hyunjin se encontraba fastidiado desde la noche anterior puesto que la misma reportera imprudente se le había acercado a preguntar sobre lo que había dicho So Yeon, aumentándole que durante toda la noche no pudo tener contacto con el menor y que ahora que había amanecido su teléfono no paraba de sonar con mensajes de parte de Jiwoo, quien supuso había conseguido su número gracias a la alfa insufrible que no quería soltarlo.

Bufó fuerte al removerse sobre el cómodo sofá beige en el que llevaba esperando al pecoso, quien ya llevaba más de diez minutos de atraso, claro, no se lo haría saber pues Hyuna y Dawn no se hacían presentes aún tampoco.

—¡Llegué!

La voz del menor de pecas resonó en el lugar haciendo que unas miradas curiosas se posen en ellos, Hyunjin arrugó el ceño al ver la sonrisa tan alegre en el rostro de su amigo y al captar el perfume tan varonil que lo cubría, porque ese aroma era un simple perfume más no el aroma de un alfa.

—Igual no llegan los otros dos alfas —bramó el más alto.

Félix arrugó su ceño al notar el humor tan pesado de su amigo y dudó en si preguntar qué pasaba.

—¿Todo bien Hyun? —dijo luego de unos segundos donde se armó de valor.

El rubio de cabellos largos le pasó su teléfono dejándole ver la cantidad de mensajes de parte de la omega obsesionada con él. Porque sí, para él Jeon Jiwoo estaba obsesionada con él.

—¿Cómo consiguió tu número? —chilló horrorizado.

—¿Te suena Jeon So Yeon? —gruñó.

El omega bufó mientras dejaba el teléfono en la pequeña mesa frente a ellos.

—Siento que debas pasar por este acoso Hyun —el alfa posó su mirada sobre él—. Sé que podremos sacarte de ese lugar y librarte de ese lugar ¿sí?

Hwang solo soltó un suspiro algo rendido mientras apretaba un poco el puente de su nariz. Ambos dieron un pequeño brinco en su lugar cuando escucharon unos pasos apresurados llegar hacía ellos.

—¡Lo siento por la demora! —habló rápido la mayor—. Dawn no podrá venir, un pequeño inconveniente con su familia —suspiró.

El menor ahogó un gruñido, se supone que todos deberían estar ahí pero quién era él para ponerse como prioridad.

—Esperemos un poco más, debe venir la abogada que nos ayudará ¿está bien?

Ambos menores asintieron, Hyuna empezó una suave conversación con el pequeño pecoso mientras él ignoraba los mensajes de la molesta omega y buscaba el contacto de su pequeño.

𝓡𝓮𝓭𝓮𝓶𝓹𝓽𝓲𝓸𝓷 - 𝓗𝔂𝓾𝓷𝓘𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora