𝓒𝓪𝓽𝓸𝓻𝓬𝓮

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El omega se encontraba en una de las tantas mesas de esa desconocida cafetería para él puesto que era la primera vez que iba a esta y para ser sincero, ni siquiera entendía que hacía ahí.

Se removió algo inquieto en su lugar al ver la pequeña funda de papel junto a él, quizá se estaba tomando muchas atribuciones al ir pero ya no podía retroceder, ya estaba ahí en la espera de la otra persona; la pequeña campanilla indico que alguien ingresaba al lugar y sintió su corazón dar un brinco cuando lo reconoció.

—Félix, hola...—sonrío mientras tomaba asiento frente a él—. ¿Pasó algo?

El menor negó efusivamente mientras luchaba por calmar a su lobo que parecía demasiado emocionado ante la presencia del azabache frente a él. ¿Por qué se emocionaba? No era un alfa.

—Yo– No...—le devolvió la sonrisa—. Solo quería devolverte esto...

Tomó la bolsa y la colocó sobre la mesa entre ellos mientras la empujaba suavemente hacía el beta.

—¿Ah? —miró dentro de esta y soltó una risa que hizo al corazón del menor dar un respingo—. No tenías que devolverme la chaqueta, podías quedártela tranquilamente.

—Es demasiado caro como para que me la quede...—el omega se sentía nervioso ante la presencia del mayor—. Además, también quería agradecerte.

Por primera vez desde que Seo llegó se atrevió a conectar su mirada con él, ahogando un pequeño suspiro de anhelo que casi escapa de él. ¿Qué le pasaba?

—¿Por qué? —Changbin pestañeó rápidamente, algo confundido.

El lobo de Félix movía su cola emocionado ante aquel sutil acto del mayor, lo encontraba fascinante.

—Por lo de ese día...—susurró.

El mayor dejó que una pequeña o se formase en sus labios por las palabras del menor, soltó un suspiro y antes de que este continúe hablando, lo interrumpió.

—¿Te parece si pedimos un café primero? —Félix asintió suave haciendo sonreír al beta—. Pediré por ambos ¿sí?

Se levantó dejando al menor con un leve color rojizo cubriendo su rostro y haciendo que sus pecas resalten más, pasados unos minutos el azabache regresó con dos cafés en sus manos y una suave sonrisa.

—Espero que un capuccino este bien para ti...—dijo mientras lo dejaba frente al pecoso—. Olvide preguntarlo antes de levantarme, aunque si quieres te doy mi café, es un americano no sé...

—¡Esta bien! —habló en un tono algo alto—. Esta bien el capuccino para mí Changbin hyung.

¿Era normal que esas actitudes del beta frente a él emocionaran tanto a su lobo e hicieran latir tan errático a su corazón?

—No tienes por qué agradecerme lo de ese día Félix...—el mencionado posó su mirada en el chico—. Hice lo que cualquiera hubiera hecho.

Félix negó mientras volvía a posar su mirada en el vaso descartable entre sus manos.

—Él es un alfa puro y tu...—tragó suave—. Podía salir mal si pasaba algo.

Changbin estiró su mano tomando el atrevimiento de tomar la del menor, se sintió cálido ante el tacto que estaban compartiendo.

—No mentía cuándo le dije que estoy bien entrenado y que no se la hubiera dejado fácil...—le regaló una sonrisa—. Sé que a simple vista nadie notaría que soy un beta por mi fisionomía, solo lo notan hasta que sienten que no hay ningún aroma de mi parte.

𝓡𝓮𝓭𝓮𝓶𝓹𝓽𝓲𝓸𝓷 - 𝓗𝔂𝓾𝓷𝓘𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora