𝓡𝓮𝓭𝓮𝓶𝓹𝓽𝓲𝓸𝓷 - 𝓗𝔂𝓾𝓷𝓘𝓷

𝓒𝓾𝓪𝓻𝓮𝓷𝓽𝓪 𝔂 𝓾𝓷𝓸

Jeongin se encontraba en las sillas de atrás justo unas cuantas sillas más lejos de Hyuna y Dawn, su respiración era algo irregular y se mantenía jugando con los dedos de su mano.

—Sí sigues así terminarás sin dedos...—el menor se tensó un poco con la voz—. Tranquilo ¿sí?

Félix tomó asiento junto al menor y delicadamente tomó las manos de este entre las suyas, Jeongin sintió las feromonas maternales del mayor llenar su nariz y empezar a tranquilizarlo.

—Gracias...—susurró.

El de pecas le regaló una suave sonrisa, ambos suspiraron pesado cuando el alfa ingreso junto a la omega y tomaron asiento en la mesa que se encontraba al frente.

—Todo saldrá bien, no te preocupes.

Jeongin asintió mientras veía como So Yeon abría los ojos con sorpresa al no reconocer la mujer de cabellos largos junto a Hwang, intentó ponerse en pie pero las prontas palabras del ahora pelinegro y cabellos cortos la dejó quieta en su lugar.

—Me alegra que todos los que invite hayan decidido venir —rio suave el alfa—. Se preguntarán porque el evento del día de hoy, debido a que no hay un motivo exacto para esto ¿no?

Todos los reporteros se miraron entre sí mientras lanzaban algunos comentarios sueltos que se escuchaban como murmullos, Hyunjin posó su mirada sobre la alfa que era su jefa quien se encontraba tensa y escudriñaba a la omega junto al menor en la mesa.

—Esto es porque formalmente pongo mi renuncia en la agencia de Jeon So Yeon —la alfa pasó rápidamente su mirada hacía el menor, mirándolo horrorizada por aquellas palabras—. Y muy seguro estoy de que se preguntarán ¿Por qué lo hace aquí? Y la respuesta es fácil...

Su mirada se quedó en un punto fijo hacía el final del gran salón haciendo que Jeongin se tense pensando que los ojos del mayor estaban sobre él pero algo en su interior le indicaba que no era así.

—Porque sí lo hacía a puertas cerradas con ella su respuesta hubiera sido amenazarme, reírse y luego proceder a decirme que no porque soy suyo...—junto sus manos sobre la mesa—. No sin antes recordarme o decir cosas sobre mis difuntos padres.

So Yeon parecía estar congelada en su lugar, lucía como una pequeña muñeca de porcelana sentada con sus manos apretando sus muslos.

—La mujer a mi lado se llama Moon Byul–yi y es mi representante legal en este caso, por sí Jeon intenta levantar cargos en mi contra...—sonrío ladino—. Además, debo agradecer a Hyuna y Dawn por ayudarme en todo esto...—sus manos señalaron al público hacía donde la pareja se encontraba—. Porque gracias a ellos es que me animé de forma sincera a dejar este maldito infierno.

Todos los reporteros tomaron fotos a la pareja que se había puesto en pie cuando había sido nombrados, Hyuna le regaló una sonrisa divertida a So Yeon cuando la miró haciendo que esta libere un gruñido que tensó a todos.