"Prólogo"

6.7K 546 115
                                    

La tierra de La Nación del Fuego, siempre estuvo impregnada en sangre. El clan Senju y el Uchiha peleaban sin descanso por el dominio absoluto. Debido al choque entre éstas dos enormes potencias, los pequeños países resultaban afectados y cada vez más empobrecidos.

Muchos años estuvieron a la par, pero cuando los Senjus fueron bendecidos con el nacimiento de un hombre tocado por el cielo, éstos superaron a los Uchihas, quienes cada vez perdían más terreno.

Sucede que, éste hombre que se convirtió en leyenda viva, no era nada más que un Takai. Un ser elegido y realmente escaso, que rebosaba de talento, agilidad e inteligencia superior. Los Takai tenían instintos animales, su olfato y sentidos en general eran más desarrollados de lo normal; eso, unido a sus características físicas, los hacía luchadores invencibles. Como toda fiera salvaje, padecían de un periodo de celo cada seis lunas, en el que eran cotizados por todas las jóvenes casaderas que querían obtener su descendencia, rogando por la posibilidad de tener un hijo superior a los demás humanos.

Junto a los Takai, existían otros humanos dotados: las Kaika. Mujeres de belleza divina que poseían el don de la fertilidad, y parecería normal, sinó fuera porque hasta ese momento, cada uno de los Takai conocidos en la historia, habían nacido de una Kaika; lo que las hacía igualmente cotizadas.

Los otros hombres y mujeres normales eran clasificados como Hikui, sin ninguna característica especial y con la desdicha de la sumisión ante éstos seres especiales, sobre todo de los Takai, que poseían una voz poderosa que los obligaba a obedecer.

Mientras más fuerte fuera el Takai, más dominio tenía sobre los hombres, de ahí que Hashirama, el elegido del clan Senju, pronto asumió el mando de éste, aún por encima de los ricos señores que terminaron por rendirle pleitesía.

Madara era el jefe del clan Uchiha, y a pesar de ser Hikui, era un guerrero formidable y digno de su título. Pero aún así, no lograba hacerle frente a un elegido... Por esa razón, cuando uno de sus parientes cercanos recibió la bendición de que su segundo hijo naciera como Takai, Madara se apropió de él y comenzó a criarlo como suyo, dándole una educación y lujos, a la altura de un príncipe. Esa era su carta de triunfo contra los Senjus.

El futuro parecía aún más sangriento que el pasado para La Nación del Fuego, pero estaba escrito en el tapiz del destino que llegaría alguien que rompería las reglas establecidas en esa tierra de guerreros y devolvería la paz.

Solo había que esperar a ver si era Takai, Kaika o un Hikui.

マージン

Ésta es una nueva historia donde me permití cambiar las características del género omegaverse, pero aún así, les será fácil identificarlos
¿Por qué cambiar los nombres? Simple... Alfa, Omega y Beta, son letras griegas y como pueden ver, la historia está ambientada como en el Japón antiguo, por lo que me pareció más lógico hacerlo así.


Amo Sumiso (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora