Despierta Ángel [Libro 2] |H.S|

Capítulo 26: El suelo tiembla

Acomodo la toalla que cubre mi cuerpo y me siento de nuevo sobre aquella cama, ella suspira profundamente y la veo acomodarse en el mismo lugar en donde se encontraba hace un par de minutos, pone sus manos sobre su barbilla y me mira como si yo fuese el que le contara como se creó el universo a partir de un pequeño destello de luz

—Confieso que fue muy divertido asustarte— frunce el ceño apenas digo aquello y yo no hago más que sonreír al venir a mi mente tantos momentos junto a ella

—Entonces sucedieron muchas cosas que ya sabes— la veo negar y se acerca más a mi

—Dime las cosas que no sé— sonrío e intento no mirarla directamente a los ojos, ella jamás se ha dado cuenta del poder que tiene sobre mí

—Bueno, me aleje días antes de que falleciera tu madre, sé que fue un golpe muy duro para ti— la veo llevar su mano directo al pecho y se cuanto a dolido eso de nuevo para ella

—En esa ocasión no podía estar contigo, pero ahí estuve a pesar de que no me viera como yo— sus ojos se abren y limpia la lagrima que recorre su mejilla

—Ese hombre con el que hablaste aquella noche, era yo— se levanta del suelo y me da un abrazo tan largo como lo grande que es el dolor que ella siente en el corazón en estos momentos, la herida ha cicatrizado, pero eso no significa que ya no duela. Quedamos en silencio por unos cuantos minutos, mientras escucho su llanto...

—Mi corazón sabía que eras tú, aunque tu no fueras físicamente como eres ahora— besa mis labios y regresa de nuevo a ese lugar en el suelo en el cual no estoy muy contento de que este

—También tuve que usar una máscara cuando comenzaste a olvidarme, estaba decidido a que lo hicieras, sé que no soy algo bueno en tu vida, pero sí sé que tampoco puedo estar lejos de ti, lo he intentado, lo juro, pero no puedo dejarte, por eso he intentado ser la mejor versión de mí mismo, sin tener que pensar que he estado en los dos lados, aquí enfrente de ti solo estoy yo, Harry, un hombre que te ama en vida y muerte, y estoy convencido de que nunca podre renunciar a ti— acaricio su rostro y beso sus labios nuevamente, como quisiera que esto fuera más fácil

—Era tan extraño sentir aquello, era como perderme un poco más cada día, quienes sabían de ti no podían creer que de pronto no te recordaba y te juro que algo dentro de mi pecho me gritaba que era incorrecto ver a otra persona como algo más que amigos, sobre todo cuando me encontraba con William— giro mis ojos al recordar a ese tipo y ella toma mi mano

—Él era muy lindo, pero a pesar de que lo intento y yo me intente dar la oportunidad no sentí ni una cuarta parte de lo que siento por ti y todo desapareció un poco más cuando vi aquel hombre con mascara, me cautivaste de nuevo y no había quien se interpusiera cuando me encontraba contigo—sonrío al escuchar esas palabras y la beso de nuevo, sé que, si seguimos besándonos en cada ocasión que uno de los dos termina de decir algo, habrá un momento en que no podamos detenernos

—Quien hizo que me fueras olvidando fue Zagiel, él no es como yo en su totalidad, él es un demonio perverso y ambicioso y lo conoces Hope— asiente de inmediato

—El intento convencerme de alejarme de ti, me ha amenazado en más de una ocasión y la verdad es que he tenido pesadillas terribles, imágenes que me han hecho temblar en su momento— me agacho junto a ella y la tomo en mis brazos, se acomoda en mi pecho y beso su frente

—No dejare que se acerca a ti, pero necesito que cuando suceda si es que no puedo controlarlo me llames de inmediato, no importa si no me ves ahí, llámame— acaricio su brazo

—Creo que también debo de contarte acerca de Josefa— se levanta enseguida apenas escucha el nombre de ella y me mira con cierto recelo en su mirar