Despierta Ángel [Libro 2] |H.S|

Capítulo 2: Quédate conmigo

Abro mis ojos apenas escucho aquel llamado que podría ser de Harry, pero apenas mi vista enfoca el mundo real, un techo completamente blanco y frío me recibe, simplemente despierto ahí, en esa habitación fría y sin vida, sola, con aquel vacío que incrementa conforme mi estadía aquí, con todo esto que no hace más que hacerme sentir enferma y me regala una invitación para tomarle la mano a la locura

—Hope— la voz de la abuela llamándome me hace ver hacia uno de mis costados y verla ahí, justo al lado mío, como si esperara desde hace tiempo en ese lugar

—Abuela— apenas digo en un susurro, ella me hace esa señal de silencio con la mano y se acerca más a mi

—Salgamos de aquí— me dice aquello y no tardo en tratar de pararme, me pongo la ropa que saca de su bolsa mientras me ayuda un poco, es como si de pronto volviera a tratar de caminar, me siento realmente torpe y no tan valiente como ayer

—¿Dónde está mamá? — le pregunto apenas salimos de ese cuarto helado

—Abajo en la camioneta esperándonos—

No le contesto nada, solo me enfoco en seguirla. Ambas pasamos por los pasillos de aquel horrible hospital como si fuésemos simples personas esperando por la salida de un conocido o familiar. La abuela me observa de vez en cuando, yo solo asiento, aunque no me siento bien, sé que debemos irnos de este lugar por alguna razón de la cual aún no tengo ni idea

—Disculpen— una voz nos hace detener, observo a la abuela nerviosa mientras ella solo me observa aparentando a simple vista estar tranquila

—¿De casualidad no saben dónde se encuentran los baños? — una señora con un niño tomado de la mano le pregunta aquello a mi abuela, la abuela le da instrucciones y me toma un poco fuerte del brazo

—Tranquila, saldremos de aquí— susurra mientras vemos a aquella señora alejarse...

Subo a la camioneta de mamá, ella me recibe con una sonrisa y la abuela sube detrás de mí, al escuchar como arranca la camioneta, dejo que todo aquel aire retenido por mis pulmones salga de una vez por todas, me declino sobre el asiento y respiro tranquila, como si al fin recuperara mi libertad

—Hope— la voz de la abuela me hace girar un poco hasta verla, realmente jamás la he entendido

—¿Estás bien? — realmente no se si en algún momento lo he estado, él no está aquí conmigo y había sido el único que parecía entenderme y ser tan real como yo, así que no lo sé, el calmaba mi mundo, pero creo que esta tan retorcido que finalmente al darse cuenta me ha abandonado a mi suerte

—Sí— miento una vez más, estoy tan acostumbrada que cada vez que lo hago el remordimiento se desvanece un poco más, pero sé que muy en el fondo lo sabe, sabe que miento y no puede hacer nada al respecto

—Sabes que siempre te apoyaremos en lo que sea Hope, lo que sea— asiento a su comentario, aunque aquello ha sonado tan extraño, la abuela siempre me ha dado confianza y la quiero mucho, aun así, hay cosas que jamás he sabido explicar acerca de ella

—Princesa— ahora es mamá la que me llama, simplemente sonrío y me relajo un poco, el dolor me está matando, como lo mataste a él, esa voz me hace sentir completamente dañada, me aterra, y aún más, sabiendo que solo dice la verdad

—Vamos a casa— les digo a ambas y la abuela me toma de la mano, la veo sonreírme lo mejor que puede, es inevitable no ver el dolor que trata de esconder detrás de aquella sonrisa y que yo he provocado

Días después...

Las palabras de la abuela describiendo mi supuesto accidente no dejan de rondar en mi cabeza. Las llamadas concurrentes de James no dejan que respire siquiera un segundo, he terminado cuatro libretas describiendo los recuerdos que tengo con Harry, he dejado de dormir por las noches viendo solo hacia la calle esperando verlo venir de algún lugar...Incluso he comenzado a rezar esperando que Dios escuche mis peticiones y él se encuentre bien, pero nada de todo aquello parece ser suficiente para alejar aquella sensación de miedo a no verlo más.