Capítulo 5: Miedo

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Despierto al escuchar aquellos leves pero insistentes golpes, me incorporo como puedo y lo primero que veo es aquella carta manchada por lagrimas secas, pero con la tinta impecable, la doblo exactamente como se encontraba y la meto en el sobre

—Hope ¿qué estás haciendo abre la puerta? — la voz de mi madre me obliga a meter la carta rápido a mi buro, veo mi anillo en mi mano y lo acaricio como si lo tocara a él, me levanto finalmente y escucho como cae algo detrás de mi

—Ya salgo mamá— le grito mientras me agacho para recoger aquella pequeña bolsita, la palpo con cuidado intentando saber qué es lo que contiene, pero es inútil, la meto también a mi cajón, veo mi anillo de nuevo, le doy un beso y camino hacia la puerta

—¿Qué tanto hacías en tu habitación? — pregunta apenas me ve mi madre, le sonrío a la abuela y me siento finalmente en el comedor

—Nada, me quede dormida— bostezo y la abuela me pasa el pan

—Últimamente te la pasas más que de costumbre en esa habitación Hope— suspiro y le doy un trago a mi té

—No tengo a donde ir—

—Lo importante ahora es que estas aquí, te hemos extrañado mucho— mamá aprieta mi mano y la abuela asiente

—Las amo— ...

Subo a mi habitación con pesar, he comido tanto pastel de la abuela que mi estomago parece que explotara, sin embargo, no dejo de subir cada escalón que se encuentra en mi camino, pues es más fuerte la curiosidad de saber que oculta aquella pequeña bolsa. Apenas entro a mi habitación abro aquel cajón, tomo la carta de nuevo y aquella bolsa, me acomodo sobre la cama y respiro profundamente.

Quito con cuidado el delgado hilo que la mantiene cerrada, mi corazón late como si él se encontrara aquí, apenas veo aquel collar mis manos comienzan a temblar, es tan hermoso y frágil que lo sujeto con cuidado mientras aprecio aquella brillante piedra que cuelga de este, camino hacia el espejo y lo acomodo sobre mi cuello, es como si fuese hecho para estar ahí y finalmente lo abrocho, camino por mi habitación como si buscara algo hasta que mi vista se clava en la ventana y me acomodo ahí mientras veo el cielo y la oscuridad que lo acompaña esta noche...

—Hope apresúrate— la voz de mi madre y aquellos golpes en mi puerta me hacen tambalear y bajarme de la ventana, es extraño, pero es cómodo dormir en ese pequeño filo

Hace una semana que ya no he sabido nada de James, sus mensajes han dejado de llegar y mi celular no tiene nuevas llamadas de él, creo que finalmente he perdido al que pensé mi mejor amigo. Diana me ha visitado de vez en cuando, pero ella y yo sabemos que no seré la misma nunca más. He comenzado a tener que lidiar con mis propias pesadillas aun despierta, he llorado en cada esquina de mi habitación, susurrado su nombre incluso cuando creo que estoy durmiendo y todo aquello no cambia nada, pues sé que él no volverá.

Han pasado cuatro meses exactamente desde que se fue de mi lado, desde que soltó mi mano y me aventó a caminar sola de nuevo, podría mentir y decir que soy tan fuerte que ni he sentido su ausencia, pero con tan solo ver mi rostro o escucharme hablar, todo el teatro se caería al suelo, no engaño a nadie y no quiero hacerlo. Pero odio que absolutamente todo me haga pensar en él, en lo mucho que cambio mi vida y en la forma que me cambio a mí, en todo aquello que vuelve a ser igual y que tanto odio ahora. Me duele su recuerdo, pero al menos son los únicos que no pudo llevarse consigo y se quedaron conmigo

—¿Hope ya estás lista para ir a ver a Harry? — aquello me hace ver a mamá casi enseguida y me acerco a ella algo asustada y ansiosa, pero estoy casi segura de que haber escuchado aquel nombre solo ha sido una mala jugada de mis pensamientos

Despierta Ángel [Libro 2] |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora