Luego del comentario desagradable que había hecho Fernando me toco esperar que sus padres se fueran, el resto de la velada se me hizo incómodamente largo, sin embargo cuando se fueron fue Fernando quien me dejo en la cocina lavando los trastes mientras el se iba a hacer Dios sabrá que cosa.
Una vez deje la cocina ordenada vi a Fernando echado en la cama, en pijama y eso fue en parte lo que colmo mi paciencia. Llevábamos un par de meses ya "casados" si es que casados se le podría decir por el fiasco que pareció para mi aquella boda y la verdad es que en estos meses las cosas habían cambiado y no para mejor.
— ¿Y tu crees que estas en un hotel? — pregunté, ¿estaba enojada? si, pero intente mantenerme tranquila porque no necesitaba hacer más drama del que creía que estaba haciendo.
— No ¿Por que? — Por el tono en el que hizo la pregunta supe que no entendía que yo estaba enojada.
— Levántate y ayúdame a ordenar el resto del apartamento — el apartamento no era grande así que si lo ordenábamos entre los dos no era mucho lo que nos íbamos a demorar. Y él se movió, para acomodarse en la cama y dormir.
— Ándate a la mierda — fue un susurro pero fue demasiado claro, a mi a esta altura de la noche no me quedaba paciencia así camine al armario y tome la mochila que usualmente usaba de cartera.
— Vale, así nos vamos — eche un poco de ropa para luego ir a coger las llaves y el móvil y fue entonces cuando se preocupo.
— Espera ¿A donde vas? — Recién se levantó de la cama y la verdad es que vi su cara de preocupación.
— ¿Te importa? No voy a andar ordenando tus cosas Fernando, con un poco de suerte llego del trabajo y tengo que llegar a ordenar, cocinar y lavar tu ropa y como si fuera poco no eres capaz de avisarme que van a venir tus padres, dios santo ¡que no me ayudas en nada! — doy por terminada la conversación para salir del apartamento e ir a subirme al auto, una vez ya sentada en el auto tome el móvil para marcar a Lara.
— Lara Arias ¿Quién habla? — al escuchar esa pregunta miré la hora en el reloj del auto y fui consciente de ello, dude un momento en si decir algo o no.
— Mamá — la voz me salió en un susurro — ¿Puedo pasar la noche en casa? — Se formo un silencio en la línea, ¿Me iba a decir que no? si me decía que no podía dormir en el auto, la verdad es que necesitaba pasar noche fuera del apartamento para tranquilizarme un poco y ya estaba .
— Dai, mi vida, son las 1.30 de la mañana — lo sabía pero cuando salí del apartamento creí que era más temprano — Vale, te voy a dejar la puerta abierta para que entres.
— Perdón por despertarte — Fue mamá la que corto llamada.
Como mamá dijo, la puerta estaba abierta. Intenté no meter mucho ruido cuando entre a la casa pero era cosa de tiempo que mamá apareciera cuando le estaba poniendo llave a la puerta de la entrada. Me giré para ver a mamá en parada en la escalera y me hizo un gesto para que subiera las escaleras y la siguiera.
— ¿Ocurrió algo? — Preguntó en un susurró y yo negué con la cabeza, pero era mamá era obvio que sabía que algo pasaba — Dai mi vida ¿Haz visto la hora?.
— Estoy estresada y necesitaba salir del apartamento.
— ¿Cómo esta Fernando? — Preguntó y me llevó a mi habitación, yo me senté en la cama.
— Fueron sus padres al apartamento hoy, no me hubiese molestado si me hubiese avisado, tuve que llegar del trabajo a cocinar y ordenar porque el muy idiota no es capaz de hacer más nada y estoy cansada mamá, en serio quizá sea mi pareja pero no me ayuda en nada tenerlo cerca — mamá se sentó a mi lado y me hizo cariño en la espalda.
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Descendientes
Teen Fiction¿Os habéis preguntando que ocurrió con los hijos de Adelina Gregson y Lara Arias? Si os habéis preguntado aquello, quizá aquí estén algunas respuestas. Cuando no la vi entre la gente no debí haberme sentido mal, pero una parte de mi quería llorar, ¿...