Descendientes

Capítulo XI (Eska)

Entonces ¿Cómo se supone que debería hacer esto?

Bueno mi nombre es Eska Gregson Arias, supongo que ya conocen a mis madres, Adelina y Lara, no es algo que no se sepa es más es algo que podría ser realmente desagradable en el momento en que les digo que el único motivo por el que soy conocido es por mis madres, como sea.

Empezando por alguna parte las mañanas en casa podían ser un caos, si era un caos tener tres hermanos pero no era algo que yo pudiera manejar, me estaba abotonando la camisa cuando escuché a alguien golpear la puerta de mi habitación con insistencia.

— Dios Eska apúrate, pareces mujer demorándote tanto — la voz de Diane sonaba enojada y volvió a golpear la puerta — ¡Eska necesitó mi libro! — gritó desde el pasillo a lo que yo abrí la puerta de mi habitación para quedar frente a frente con Diane.

— Tu libro no está en mi habitación — le solté en la cara.

— ¿Cómo que no? Anoche lo dejé aquí — ella estaba enfurecida y vi a mamá salir de su habitación en pijama.

— ¿Por que gritan tanto? — preguntó mamá y yo la miré, iban a dar las 7 de la mañana y ella recién venía despertando, algo iba mal — Eska a desayunar ahora, Jules y Graham espero que estéis despiertos y vestidos y Diane no quiero enterarme que estás en ese baño, ¡Los quiero a todos en la cocina comiendo ahora! — fue todo lo que dijo para volver a entrar a su habitación cerrando la puerta detrás ella y yo miré a Diane que estaba desordenando mi escritorio en busca de su "libro".

— ¿Qué le pasa a mamá? — le pregunté y ella me miró.

— ¿Cómo que que le pasa?

— Aún está en pijama — Diane frunció el ceño y salió de mi habitación para ir a la mamá a tocar la puerta.

— Mamá — dijo mientras golpeaba la puerta, la insistencia que tenía Diane era impresionante — Mamá — Continuo golpeando la puerta como si realmente no tuviera otra cosa que hacer a esa hora de la mañana — ¡Mamá! — mamá la abrió la puerta aún más enfurecida — no encuentro mi libro.

— Está en la cocina Diane — al parecer mamá estaba fastidiada y salió de su habitación mientras se ponía una sudadera e iba a la habitación de Jules a abrir la puerta para encender la luz del techo y proceder a hacer lo mismo en la habitación de Graham — Eska a desayunar no te lo voy a repetir otra vez — su tono fue frustrado y yo la miré.

— ¿Todo bien? — pregunté sin querer preguntar.

— A desayunar antes de que me ponga a gritar — nada bien.

No esperé que me lo repitiera otra vez, mamá enojada era el diablo sobre la tierra así que baje las escaleras con rapidez para meterme en la cocina y abrir la nevera para luego proceder a sacar lo primero que encontré y comenzar a comer.

Bien si no saben nada les explicaré un poco como andan las cosas con mi familia, primero tenemos a mis dos madres, Lara a la que le decimos mamá y Adelina a la que le decimos modir, luego está mi hermana mayor Diane de 20 años, estoy yo (Eska) y tengo 17 años y finalmente están los mellizos, Graham y Jules ambos de 14 años.

Mamá se supone que maneja una joyería pero la verdad es que maneja más a la familia que a la joyería, a ella la podemos calificar como la "madre buena" pero olvídense de eso si es que la hacían enojar, tenía su temperamento todos en la casa lo sabíamos sobre todo Diane, que en sus años de rebeldía se había encargado de llevar no sólo a modir al limite si no que también a mamá añadir que era la que más paciencia tenía de la dos, os adelantaré un poco como termino todo: horrible idea. Como fuera mamá muy rara vez se enojaba y por lo general ella era un amor.