Capítulo IX D

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Estaba cansada y el ultimo tiempo había comenzado a pasar más tiempo en casa de mis madres que en mi propio apartamento. Si Fernando había cambiado después de la última conversación que tuvimos sobre el tema, pero fue solo el primer tiempo.

Los primeros meses fueron los críticos en los que Fernando si había sabido comportarse y la verdad es que está vez Fernando si estuvo presente durante el embarazo.

A ver seamos realistas yo trabaje hasta le ultimo día durante el embarazo, porque sabía que si dejaba el trabajo con el salario de Fernando no nos iba a alcanzar para los gastos y eso era algo que a Fernando le molestaba, el sabía como funcionaban las cosas en el apartamento, sabía que yo era la cabeza de la familia en ese momento, porque era verdad, el no se  había implicado en prácticamente nada (por no decir nada) con todo lo que conllevaba la familia.

Mateo tenía ya 4 años y el era consiente de varias cosas y Tomás había cumplido los 2 años hace poco y la verdad es que la idea del divorcio se paso muchas veces por las cabeza, pero me preocupaban los niños, quizá lo ideal era esperar a que Tomás estuviera más grande, o quizá lo ideal era aprovechar que los niños eran pequeños para hacer todo, pues al final eran ellos los que más la sufrirían a la larga.

Mamá me dijo que criar niños no era sencillo y no le iba a quitar mérito por criar a 4 niños, estaba claro que mamá había tenido la ayuda de modir pero si criar a dos era algo exigente entonces criar a 4 era el doble de exigente.

En algún momento, cuando ya era tarde en la casa de mamá y los niños ya estaban durmiendo fue Lara la que se acercó a mi, casi como se había hecho costumbre últimamente, con una taza de té en las manos, me extendió la taza con delicadeza y yo no encontré una manera decente de negarme. Yo estaba de pie en el pasillo del segundo piso mirando por la ventana que daba al patio trasero.

— Gracias — le susurré, sentía que si hablaba más fuerte despertaría a los niños, que estaban durmiendo mi habitación, en los días en los que pasábamos la noche en casa de Lara y Adelina (que era más seguido de lo que me gustaba admitir) Los niños dormían en mi habitación y yo dormía en la habitación de Eska o dependiendo podía ser en la Jules también, todo dependía quien de los dos estuviera en casa.

Na: en este capítulo Diane tiene 30, es decir Jules y Graham debe tener unos 23 años, quizá 24 aproximadamente Eska 27, Adelina 60 y Lara 58.

— ¿Que vas a hacer? — preguntó mamá y yo me levante de hombros ¿que iba a hacer ahora? Últimamente estaba durmiendo poco y nada y la verdad es que el insomnio me estaba ganando.

— Tengo unas cosas pendientes del trabajo, quizá me pongo en ello ahora — le di un sorbo a la taza de té ¿Como era que mamá siempre sabía que es lo que necesitaba?

— Sabes a lo que me refiero Dai mi vida — últimamente siempre me llamaba así "Dai mi vida" era como si el "mi vida" fuera parte de mi nombre también, la verdad es que no me molestaba, pero tal vez si hubiese hecho eso cuando era más pequeña entonces si hubiese habido una diferencia en la relación que habíamos llevado en aquellos tiempos.

— ¿Y Adelina?

— Fue con Jules, ya sabes como son las cosas en la empresa, lamentablemente no puede estar en todas partes al mismo tiempo — no se quien la sufría más cuando Adelina se iba de viaje de negocios, si era mamá porque se tenía que separar de Adelina un par de días o si era modir porque tenía que hacer viajes tan largos.

— ¿Crees que es buena idea que me divorcie ahora o cuando los niños estén más grandes y entiendan bien las cosas?

— ¿Crees que Kyle hubiese hecho una diferencia en tu vida si hubiese estado más presente? — era una buena pregunta, pero era distinto, mamá no soportaba a Kyle y por lo que sabía Kyle tampoco quería estar presente en mi vida. Yo tampoco soportaba a Kyle mucho tiempo, por lo general cuando lo veía era un café obligado y ya estaba, esa era toda la interacción que teníamos.

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