Estábamos casi terminando el año escolar y se venia la semana de exámenes, no eran examines demasiado complicados pero de todos modos no me quería arriesgarme, sabía que intentar estudiar en casa sería complicado, con tres hermanos más la verdad es que silencio no había en esa santa casa por eso me pareció prudente que a menos por la tarde después de clases me quedaría en la biblioteca de la escuela.
No podía permitirme fallar en estos exámenes.
— Me voy a quedar en la escuela esta semana — le comenté a mamá mientras entraba a la cocina y me servía un vaso de agua.
— Dijiste que tenías exámenes — asentí con la cabeza.
— Pero no puedo estudiar con Gray, Jules y Diane gritándose todo el tiempo — sabía que mamá lo entendería, ella siempre lo entendía cuando se trataba de las clases y la escuela, quiero decir, si iba a volver a dormir a la casa, pero más que eso no.
— Vale, yo me encargo de decirle a tu madre, no hagas ninguna idiotez — la miré y me miré, ¿En serio me veía capaz de hacer alguna idiotez? y ella hizo un gesto de "peor sería no decirlo".
— ¿Vale?
— ¿Cuándo te vas? — preguntó y yo no deje de mirarla en ningún momento mientras le daba un breve sorbo al vaso de agua.
— ¿Estas desesperada por que me vaya? — en cierto sentido mi ironía no le hizo ningún sentido ni gracia, pero de todas formas esbozo una sonrisa bastante forzada.
Sentía que mamá no tenía muchas ganas de hablar, mas aun así se esta obligando a tener una conversación conmigo, yo de 16 años, ella no sabía que decir y yo tampoco, la verdad es que no teníamos porque hablar mientras estábamos en la cocina, yo solo había ido por un vaso de agua y ya estaba, pero sentía que estábamos alargando esto más de lo necesario.
Mamá se esforzaba bastante por la familia y a veces me atrevía a decir que demasiado, a veces su cara de cansancio hablaba por ella misma, quizá era mucho trabajo en la joyería o quizá tener 4 hijos igual era bastante demandante. De todas formas yo no era quien para opinar y por eso mismo termine de tomarme mi vaso de agua y me dispuse a irme a la biblioteca de escuela, no sin antes tomar un poco de comida de la despensa.
¿Saben cual era el problema? Que a mamá tenía claro que era lo que tenía que hacer por su familia, no le importaba como hacerlo ni que le costaría hacerlo, ella solo sabía una cosa y era que las cosas se tenían que hacer sin importar el que, por eso ella se estaba obligando a halar conmigo en la incomodidad de la cocina, donde realmente las únicas conversaciones importantes que se llevaban a cabo en aquel lugar eran las que Lara tenía con Adelina.
No sabía si quería preguntar si es que de pronto pasaba algo, la verdad es que la mayoría de las veces que formulaba aquella pregunta siempre pasaba algo y Lara terminaba pidiéndome ayuda con el trabajo y ahora que se veían los exámenes lo último que necesitaba era meterme en aquello. No es que no me gustara la joyería, de hecho me encantaba, pero no me darían los tiempos con todas las cosas que tenía que estudiar.
— Me voy a la biblioteca — susurré, antes de irme saqué una botella de agua de la nevera y un poco de comida, me asegure de llevar lo que necesitaba antes de salir, los libros, mi santo cuaderno y los cascos, más que eso no necesitaba, aparte del móvil y las llaves de casa.
La biblioteca de la escuela cerraba a eso de las 6 de la tarde si es que no más temprano, por eso a eso de las 5.30 de la tarde tomé mis cosas y me fui a la biblioteca pública, al menos esa biblioteca si estaba abierta todo el día y toda la noche.
La verdad es que era raro ver gente de mi edad en la biblioteca pública, era demasiado raro ver a alguien en la biblioteca de la escuela así que para mi era aun más extraño ver a alguien de mi edad en la biblioteca pública, mismo motivo por el que cuando se sentó en la misma mesa (teniendo el resto de la biblioteca prácticamente desocupada) me llamo la atención verle.
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Descendientes
Fiksi Remaja¿Os habéis preguntando que ocurrió con los hijos de Adelina Gregson y Lara Arias? Si os habéis preguntado aquello, quizá aquí estén algunas respuestas. Cuando no la vi entre la gente no debí haberme sentido mal, pero una parte de mi quería llorar, ¿...