Silvia
Cuando miro al hombre sentado a mi lado y leyendo un libro del que me suena mucho y ahora no encuentro su nombre, me quedo hipnotizada con esos ojos que son de un color entre verdes y azules cristalinos y esa boca tan apetecible, sonrío cuál colegiada cogida en clase por copiar en el examen, me mira de una manera muy particular, su presencia me da confianza.
-Silvia, ¿Sabes quien soy?.
Niego con la cabeza y me pregunto quien es Silvia.
- Eres tu, y yo soy tu prometido, Demiam.
Me encuentro desorientada y entonces el nota mi nerviosismo y me agarra las manos, al contacto de sus manos me siento curiosamente tranquila y mis lagrimas me recorren y con su pulgar me las quita, acerca su cara hasta casi notar su respiración
- No digas nada mi mariposa, estaré esperando hasta que estés preparada.
Cuando lo miro a los ojos, esos dos soles color verde, como esmeraldas. Me quedo como hipnotizada. Me toca el dorso de mi mano, siento una corriente que me recorre todo el cuerpo.
- Todavía te sonrojas cuando te toco, tu no me reconoces pero tu cuerpo si que lo hace.
Siento mis mejillas arder por el rubor y su voz me hace con tan solo su roce. Y es verdad lo que dice, parece que me conociera mejor que a mi misma.
- Dí qué sientes tú, cuando rozo tu mirada
Cuando te he entregado el alma
Cuando te respiro boca a boca.Me lo dice cantando, como una canción que me encanta. Una lagrima salen de mis ojos sin poder remediarlo . El posa sus labios sobre ellas y me estremezco, suelto un gemido. Me dejo llevar por su embriagante olor que me excita tanto, que busco sus labios y el los míos. Se detiene lo suficiente como para poder sentir su aliento a menta y sus ojos dilatados por la lujuria que sale de él.
-Mariposa mía, todavía es pronto. Cuando salgamos de aquí te hare el amor como nunca te lo hice antes...... y te llevaré al mismísimo cielo.
Me siento como si conectara sin querer, de pronto saca el móvil de su bolsillo del pantalón y habla con alguien, muy bajito para no molestarme.
- Es una video llamada y alguien quiere verte.
Cuando me lo enseña, veo unos preciosos ojos del mismo color de él, sonriendo.
- ¡ mami!, ¡ mami!.
Mis ojos se me inundan de lagrimas, sus palabras y sus pequeños bracitos extendidos por querer cogerme, siento algo en mi interior al ver al niño del otro lado del teléfono, de pronto unas manos desconocidas cogen al niño. Por un momento me asusto, pero después veo otro rostro para mi muy familiar, un moreno de ojos azules y bien parecido se pone delante de la cámara.
-Amiga mía, se que puede ser que no me reconozcas, pero créeme soy de fiar, sino tu maridito no me hubiese dejado a tu hijo.
Sonrío, y de pronto me viene a la cabeza una imagen abrazando a este hombre.
-Erick
Mis labios pronuncian ese nombre al azar, sin saber que quiere decir si él se llama así o no .El , Demian se queda mirándome como si de verdad le haya encantado lo que dije.
- Me hubiese gustado que fuera mi nombre el que recordaras, pero esto es un buen paso, Erick. Amigo , eres un talismán para Silvia y para mí. De hecho creí que aún seguías aquí con nosotros en el hospital.
- Para mí es un honor ser el padrino de este pequeño y además lo protegeré con mi vida, Silvia mi rubia despampanante, te estaremos esperando para darte un gran abrazo.
Un hombre de cabello canoso, pero no muy mayor y con buen porte se adentra donde estamos y Demian parece conocerle, porque en cuanto se acerca le da un abrazo y unas palmadas en la espalda, me mira con preocupación y ternura a la vez.
- Tranquila, Ángela. Me alegra ver que te recuperas poco a poco, pero necesito hablar con Demian un momento. Le dije a un muchacho amigo tuyo llamado Victor que entrara para hacerte compañía, mientras hablo con tu hombre.
- ¿ VICTOR?, Que hace aquí?.
Demiam me mira extrañando mi actitud y después me pregunta.
- ¿Lo conoces?, Parece que vamos progresando en tu recuperación. Pronto estaremos juntos en casa.
Sonrío con la alegría que me produce esas palabras, miro al amigo de Demiam. Entonces, asiento con la cabeza, le dice su nombre (RODRIGO) y éste me guiña una ojo y pone una de sus manos en el hombro de mi supuesto marido.
- Mariposa no me queda mas remedio que dejarte, aunque sea un momento, ¿estás bien?.
-Si, tranquilo. Estaré bien, ve con Rodrigo y yo me quedo con Victor.
Como si todo me pareciese tan normal, dejo que me llame con ese seudónimo y parece que se quedó tranquilo.
Demiam
-Rodrigo, amigo que bueno verte por aquí. No te veía desde hace mucho en México.
- Me enteré lo sucedido y Adrian me dijo que si podía echarte una mano. Tu sabes que tengo ojos en todos lados de este planeta.
- Si, ese bastardo de Máximo y de Anna se confabularon con tan solo la idea de quitar del medio a mi mujer, después de que fuí yo el engañado.
- Se porque lo hizo, al saberte vivo, ya no podía quedarse con tu fortuna y se alió con un canalla que solo se hizo de dinero con trata de blancas, lo se porque lo investigué. Desaparecieron muchas mujeres de la zona donde yo vivo, y cuando supe que era el mismo que estaba aquí , pues decidí venir y vengarme de todas esas chicas y de camino poder encontrarlas, seguro que están por aquí.
- ¿Has hablado con Nicolai?, el tiene toda la información y te podrá ayudar.
- No pude hablar con el, la última vez no terminamos muy bien. Ya sabes, por su hermana.
- No te preocupes yo hablo con el y lo arreglamos todo. Y te dirá donde tenemos a este ser, porque déjame decirte que es de todo menos humano.
HOLA A MIS SEGUIDORES Y GRACIAS POR ESTAR AHÍ CON MIS HISTORIAS, SE QUE ESTOY TARDANDO MUCHO EN PUBLICAR PERO YA SABEÍS QUE HE TENIDO PROBLEMAS PERSONALES Y LA INSPIRACIÓN A VECES NO LLEGA, POR FAVOR NECESITO DE VOSOTROS PARA DARME ESE ÁNIMO QUE NECESITO. MUCHAS GRACIAS POR TODO, SOIS MI 50% PARA PODER SEGUIR ESCRIBIENDO.
SALUDOS
MAITEAMADA
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ENGAÑO CIEGO
RomantikDemian Welling, un millonario Neoyorquino, castaño y ojos verdes. Casado con una modelo desde hace dos años. Anna Bolteri es una bella modelo de 24 años. Morena de ojos marrones, se casó con Demian no conforme con sus padres, aunque a ellos les va m...