Sentimientos( +18)

348 13 0
                                    


ÁNGELA

Estamos ya vistiendonos, la tarde se pone gris y parece que Adrián tenía razón. Nos dirigimos a la mansión, está todo muy silencioso, Demian está absorto en sus propios pensamientos. Mientras que yo no se que voy a decir a sus padres. Ahora sabrán que hemos estado juntos y sus padres no querrán a una doctora recién nombrada para que esté cerca de su hijo.

_ Estás muy callada, tanto sexo te ha dejado sin habla.

_ Tu tampoco eres muy hablador, ¿estás arrepentido de lo que ha ocurrido en esa cabaña?.
_ No me arrepiento de nada en absoluto, eres perfecta y si mis padres no están de acuerdo con nuestra relación me importa una mierda.
_ Parece que me lees el pensamiento, yo también estaba pensando lo mismo que tú. Pero también debes entender que ellos son tus padres y responsables de tu salud.

Sus labios se curva hacia arriba y sonríe.

_ ¿He dicho alguna tontería?

_ Mis padres no son responsables de mi desde que salí de su mansión. No pienso quedarme mucho tiempo con ellos.

_ No. ¿ Y donde piensas vivir?
_ Contigo, y con tu gata.

Me hace reír y en ese mismo instante llegamos a la mansión. Sus padres están esperando en un porche y por lo que veo están muy nerviosos.
_ Espera a que te abra la puerta.
Le digo a Demian. Pero el no me hace caso y sale del coche.

_ ¡Demian, hijo!
_ Tranquila mamá, estamos bien.
_  No vuelvas a hacer eso jamás, nos tenías preocupados.
_ No tendrán que volver a preocuparse por mí, me voy al departamento de Ángela. Ella me cuidará.
_ ¿ Te has vuelto loco?
_ Seguramente esta señorita querrá algo a cambio, ¿No es así?

Me quedo de una pieza y antes de que pueda contestarle al padre de Demian, levanta la mano.

_ ¡ Ya basta!, Angela es lo mejor que me ha ocurrido desde el accidente y no la conocéis para opinar sobre ella sin conocerla.

_ Déjame decirte que si se quien es esta señorita y de donde proviene. Y no me gusta nada para ti.

_ Padre, será mejor que pares, olvídate que soy tu hijo.

Nos quedamos todos paralizados. Y entonces habla la madre.

_ ¿Te ha gustado mucho el espectáculo? Es la primera vez que Demian Le habla así a su padre.

_ Creo que el mismo se lo buscó, mamá.

Adrián aparece en ese mismo instante y Le contesta así a su madre, la cual no cree lo que escucha.

_ ¿Le lavaste el cerebro a mis hijos?, Vamos Albert, no tenemos que escuchar tantas sandeces.

_ Mamá, no son sandeces, pero si son verdaderos hipócritas. Cuando ella estuvo al cuidado de Demian todos estaban contentos, pero el se enamora y ya no está a la altura de sus bolsillos.

La madre de éste suelta tremenda cachetada en el rostro de Adrián, pero no mueve ni un músculo.

_ Creo que esa cachetada no me la merezco, pero ustedes sí se merecen lo que les va a ocurrir.

Se acerca a su hermano y lo ayuda para que suba de nuevo al coche.

_ Demian, gracias hermano.

_ Tus cosas te las mandaré llevar mañana mismo, y no te preocupes por el coche. Tengo otro.
Sonríe de medio lado y nos quedamos solos los dos. No puedo evitar llorar, no me gustan los enfrentamientos, y menos cuando son tu propia sangre.
Me meto en el coche y me quedo en silencio. Sus manos suben por mis piernas hasta llegar a mi cintura. Sus labios buscan los míos y un silencio se hace presente dentro del coche.

ENGAÑO CIEGO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora