XXV

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La linda modeló.

Camila 25, Lauren 24.

—Sofi tenía mucha razón, ella solo quiere una distracción. ¿Por qué demonios me quiere comparar con alguien a tan alto nivel tan nefasto? ¡Dios mío! Karen esto, Noah esto, Sheila esto. ¿Pero qué demonios cree que soy?— pateó una botella de plástico. —¿Acaso cree que soy una Diosa? ¿Acaso olvidó que me valgo por mi trabajó?

Suspiros pesados, arranques de ira, tristeza, confusión. Incontrolables ganas de golpear a alguien. Es lo que sentía Camila en aquel momento, solo quería llegar a casa tirarse en su cama y dejar que su cuerpo se relajara en paz.

No podía creer cuan bajo podía caer una modelo. Estaba segura de una cosa, y es que tres de sus cinco "amigos" la veían como un pedazo de carne el cual devorar. Karen, Noah y Sheila solo la querían por fama, solo la querían para una noche. Mientras que para Cara y Taylor se preocupaban por ella, inclusive se disculpaban por algo insignificante.

Sus piernas estaban agotadas, eran las 12 p. m. A esas horas ningún transporte público pasaba, ¿en que estaba pensando al venir?. Se recriminaba mentalmente. Ella deseaba no a ver conocido aquella mujer.

"Horas antes"

—Camila, me alegró que hayas venido— la estrechó con fuerza hacía su cuerpo. —Esperó que no te moleste que haya invitado algunos amigos.

Ella negó suavemente con la cabeza, —no te preocupes. Esta bien—. Su sonrisa se borró lentamente y se podía apreciar la decepción en su rostro. —Un gusto soy Camila Cabello.

—Karen Grey— le tendió la mano con desagrado.

Camila se negó aceptarla. La chica se sorprendió y bufó molesta.

—Noah Grey, hermano de la rubia— le tendió la mano de igual manera pero la chica volvió a negar.

—Sheila Kapner—, solo le dio una sonrisa a medias con una mirada para nada agradable.

—Taylor Hill— le tendió la mano y una suave sonrisa apareció en su rostro.

Camila sonrió tiernamente y aceptó el saludo con gustó. Lauren, Noah, Karen y Sheila se sorprendieron ante tal acto.

—Y yo soy Cara Taylor— la abrazó con sumo cuidado y la estrecho con suavidad, —es placer conocerte Camila, realmente eres muy linda.

La joven se sonrojó.

—Es un placer conocerles, esperó que les agrade mi compañía y muchas gracias por la invitación— solo atino a decir poco alegré.

La cena transcurría con normalidad. Las miradas de los tres jóvenes hacían sentir a Camila incómoda. Unos segundos después su celular comenzó a sonar. En la pantalla aparecía la foto de su madre. Se levantó con rapidez y corrió hacia el pasillo del baño.

Su madre comenzó a conversar con ella, unos cinco minutos después terminó la llamada. Entró en uno de los cubículos e hizo sus necesidades estaba por salir hasta que escucho la voz de Lauren y Karen conversar.

—Lo digo muy enserio Lauren, esa cadena parece robada.

—Kar, no asumas cosas que no son. 

—Claro defiéndela por el simple hecho de cumplirle a tu padre. Además, ¿le has visto la ropa?

Camila frunció el ceño confundida ante las palabras de la joven, tenía un ligero presentimiento pero prefirió ignorarlo.

—Claro que si...

—Tan solo le hubieras comprado algo de buena calidad, o le hubieras regalado algo de tu closet— comentó sarcástica.

—Kar, sabes que mi ropa no la puedo regalar, las debo de modelar y en cuanto a comprarle prenda lo he pensado y se lo he comentado pero se ha negado.

One Shots CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora