||SENTIMIENTO MUTUO||Maehara Y Tu[✓]

𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑥𝑙𝑣

Aviso que pronto habrá lemon. Esto es Wattpad 😁.

El agua recorría mi cuerpo al darme una ducha. Mire mi brazo, el cual estaba con pequeñas, casi notorias cicatrices.

¿Y esto?

No recuerdo cuando o como pude hacerme esto. ¿Tan deprimida estaba que no me di cuenta? Debí haberme autolesionado, rascándome en los brazos.

Lo mejor es que Maehara no sepa esto, últimamente no está muy animado como suele estarlo, debe ser por el hecho del pulpo.
Lo mejor sería no preocuparlo.

En estos días, no han habido entrenamientos ya que ahora la clase se enfocará en salvar a Koro-sensei. No tengo idea que estén planeando, prometí no entrometerme, primero ellos no quieren meterme en problemas y en segundo tengo que tener buen comportamiento si quiero que reduzcan más la condena.

Terminé de bañarme, me puse una bata ya que se me había olvidado la ropa en el cuarto, además no habría problema porque después de mi Hiroto se duchara..

- termine.

Este estaba sobre la cama sosteniendo el celular entre sus manos.

Hiroto: ¿Tan rápido? [Dijo en un tono falso de tristeza] quería entrar contigo.

- muy tarde. Ahora, ve a bañarte.

Señale con mi dedo la puerta de la habitación indicándole que salga de y entre al baño.

Hiroto: pareces mama...

Se puso de pie para salir de la habitación. Ya una vez que esté salió dejándome sola me senté en la cama para peinar mi cabello.

Con todo este asunto de Koro-sensei, se me hace imposible que logren salvarlo, desde mi punto de vista parece que se lo están tomando a la ligera.

Originalmente pasaria toda mi vida en la cárcel. Pero Karasuma hablo con sus superiores para llegar a un trato, estoy para asesinar al pulpo y así evitar que la tierra sea destruida. Por lo cual me rebajaron los cientos de años a 40 años. Se me hacía imposible que me reducieran a esa cantidad. Después estaba protegiendo a la clase E por lo que pasó con el Shinigami y con ayuda de Karasuma-sensei quede en 28 años de prisión; fue mucho lo que me reducieron, que aún sigo sin poder creerlo.

Estar 28 años encerrada, no tengo de otra que enfrentarlo, no puedo escapar, además que no quiero hacerlo, quiero poder dormir en paz por lo menos una noche. Pasar toda mi juventud en cuatro paredes, es algo que nadie desea pero es lo que me merezco.