Summary: Do Kyungsoo estaba más que feliz de ser un chico invisible. Tenía un mejor amigo excéntrico, tocaba el corno francés en la aburrida banda de la preparatoria, y era parte del Club de Lectura los viernes. Y solo quería enfrentar el último año...
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Do Kyungsoo era un chico invisible.
No en el sentido literal de la palabra, desafortunadamente. Quizá si fuera el protagonista de alguna extravagante serie sobre brujos en una preparatoria de magia, hacerse invisible sería mil veces más interesante. Pero no era así. Ni remotamente. Después de todo, ser invisible en la preparatoria nunca es sinónimo de algo bueno.
Él era parte de la banda escolar. Y ojalá eso significara chicos ensayando en un garaje cayéndose a pedazos, con guitarras, baterías y un póster de Nirvana colgado en la pared.
Pero siendo honesto, él no era ningún Kurt Cobain.
Su lugar estaba allí, en la tercera fila de una ridícula banda de músicos, tocando su corno francés para las cuatro esquinas del concurrido estadio y al mismo tiempo para nadie en particular.
Estaba agradecido de ser un chico invisible, incluso sin la capa de invisibilidad de Harry Potter.
Ser el centro de atención nunca lo hizo sentir como una estrella, a pesar de ser el destacado músico de los instrumentos de viento. Todo lo que quería era pasar los tres años de preparatoria sin sobresalir mucho. Llevaba siendo Do Kyungsoo por dos años. Solo Do Kyungsoo, el chico del corno francés y el callado chico del Club de Lectura de los viernes. Este era el último año de preparatoria, y sinceramente esperaba que esos trescientos sesenta y cinco días estuvieran llenos de paz. Como siempre.
Hasta que, claro, se dio cuenta que estaba completamente equivocado.
"¡Hey, miren aquí, perdedores!" una voz burlona dijo, atrayendo la atención de los chicos en el pasillo.
Kyungsoo fue el primero en mirar. No por curiosidad, sino por reflejo. Era inusual que alguien le hablara a él y a su mejor amigo en los pasillos, así que no pudo evitarlo. Así como no pudo evitar cuando esa pequeña bola pegajosa de papel se pegó a uno de sus lentes antes de deslizarse y caer al suelo, dejando un rastro de saliva.
Tres chicos con chaqueta de fútbol americano miraron en su dirección, con una pajilla de batido estratégicamente colocada entre sus labios y docenas, quizá miles, de papeles ya embolillados en sus bolsillos laterales.
"Esos deportistas son un dolor de cabeza." Minseok comentó, agitando su blazer para deshacerse de las bolitas húmedas que se le habían pegado a la camisa. Ellos siguieron escupiendo sus bolitas de saliva hasta que los dos giraron la esquina. "¿Tercer año de preparatoria y acabamos de ser blanco de acoso escolar? La política de burla de esta preparatoria es algo sospechosa. ¿No se supone que vayan tras los de nuevo ingreso?"
Kyungsoo dejó salir un prolongado suspiro mientras llegaba a su locker.
"Bueno, el cuatro-ojos de Jongdae se graduó el año pasado, ¿no?" preguntó, algo desinteresado. "No creo que hayan encontrado alguien tan interesante de quien aprovecharse."
