Summary: Do Kyungsoo estaba más que feliz de ser un chico invisible. Tenía un mejor amigo excéntrico, tocaba el corno francés en la aburrida banda de la preparatoria, y era parte del Club de Lectura los viernes. Y solo quería enfrentar el último año...
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De todas las cosas del mundo, Jongin no pensó que tendría que lidiar con toallas higiénicas a primera hora de la mañana.
Cuando llegó el primer mensaje, furtivo y al mismo tiempo desesperado, apareciendo aun un poco tímido en la barra de notificaciones de su celular, solo pudo leer la primera oración.
Joy (Sin Division): ¡Houston tenemos un problema!
Alzó una ceja con recelo. Porque, para ser honesto, Jongin raras veces sabía cuándo su amiga hablaba en serio o solo bromeaba. Esa era una de las peculiaridades de su mejor amiga de la infancia: Park Sooyoung.
La estrella del equipo de fútbol desvió su atención del dispositivo durante unos segundos, viendo a sus dos mejores amigos robar descaradamente – en un instante – algunas de sus papas fritas de su porción extra grande.
"Ella tiene bonitos ojos, y bonitas piernas también." Sehun comentó, suspirando audiblemente cuando una de las porristas, Bae Joohyun, pasó por su mesa en la cafetería. Era incluso extraño ver a un bully descansar su rostro en su palma mientras hablaba de esta romántica tontería. "Y cuando está ensayando la rutina de las porristas en el campo, a veces puedo ver su ropa interior."
Claro. Quizá no tan romántico.
"Wow," espetó Yifan con ironía. "Eso fue profundo, amigo."
"Cállate."
El chino robó otra papa del bowl de Jongin, colocándola en la esquina de su boca como un cigarro e inclinándose sobre la mesa, solo para tener el placer de burlarse de su amigo.
"No, de verdad. Fue muy amable de tu parte ver su ropa interior. Cuéntanos, ¿de qué color era? ¿era tanga, algún calzón de abuela o cachetero?"
El puño de Sehun golpeó la mesa. Impactó fue tan fuerte que hizo que la porción de papas fritas levitara unos cuantos milisegundos.
"Bastardo." Espetó, prácticamente gruñendo entre dientes. "Mantén tus sucios ojos y a ti mismo lejos de su ropa interior, o juro por dios que-..."
Y entonces el quarterback supo de inmediato que debía irse. No pasaba nada bueno cuando dos bullies decidían enfrentarse en su tiempo libre. Los dos eran como gallos de pelea, luchando por el territorio en una forma ridículamente natural. Era casi una especie de pasatiempo.
Sehun siempre dejaba claro que cualquiera que se atreviera a meterse con Bae Joohyun estaría condenado al fracaso y, sobre todo, a recibir algunos golpes en el rostro. Y se puso incluso peor cuando Byun Baekhyun se metió en el camino. Él era el linebacker del equipo de fútbol en la preparatoria vecina, y también era su enemigo mortal desde primaria.
Los dos eran rivales legendarios, aunque solo se veían de vez en cuando, en algún partido amistoso entre preparatorias o durante el campeonato nacional. Ambos habían estado enamorados de la misma chica durante años, lo que les había llevado a incontables peleas y trampas involucrando laxantes, polvos picapica y lubricantes. Desafortunadamente, no eran muy originales.
