Summary: Do Kyungsoo estaba más que feliz de ser un chico invisible. Tenía un mejor amigo excéntrico, tocaba el corno francés en la aburrida banda de la preparatoria, y era parte del Club de Lectura los viernes. Y solo quería enfrentar el último año...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kyungsoo nunca pensó que algún día podría ser el centro de atención.
Ahora, sin embargo, el chico estaba en todas partes: en la pantalla de los celulares de toda la facultad, en los miles de copias del periódico de la preparatoria esparcidas por los murales y, en especial en todos aquellos susurros en los pasillos como si fuera un secreto de estado. Él era el gran tema de la preparatoria. Y no en el buen sentido, lamentablemente.
"Hormigas, escarabajos y saltamontes," gruñó Minseok aquella mañana, de camino al baño de hombres. "Voy a poner todo tipo de cosas asquerosas en las mochilas de todos ellos. Lo juro por Dios."
"No te preocupes." Kyungsoo respondió, encogiéndose de hombros.
Pegado al espejo del baño, uno de los carteles interminables con la cara de Kyungsoo anunciaba: "El chico gay de la preparatoria Yongsan."
Frunció el ceño, desaprobando la imagen que habían elegido para imprimir la portada del periódico. Esa copia, sin embargo, tenía el bigote de un mafioso dibujado con plumón permanente, algunos dientes pintados de negro para darle pequeños espacios en los caninos y unos extraños cuernos garabateados con torpeza.
"Oh, dios..." dijo suavemente.
"Lo siento, Kyungsoo."
Pero no escuchó a su amigo. Dio un paso adelante, miró más de cerca la obra de arte, y luego dejó escapar una risa ahogada.
"¿Bromeas? ¡me veo genial con cuernos!" dijo, señalando los garabatos. "¿Por qué?" giró a su amigo, fingiendo estar indignado. "¿No crees que me veo bien con bigote?"
Minseok entrecerró los ojos, sospechosamente.
"Todavía quiero matarlos a todos."
"Me parece buena idea."
"Aunque...matar es demasiado, ¿no?" corrigió con premura, tratando de reprender su lado oscuro de asesino en serie en potencia. El chico se aclaró la garganta y luego entonó la voz. "Minseok no quería matar a nadie. Minseok solo quería lastimar de gravedad."
Kyungsoo movió la cabeza.
"Cielos...nunca debí haberte prestado mis libros de Harry Potter."
Se miró al espejo, acomodándose la corbata del uniforme mientras Minseok inspeccionaba cada uno de los cubículos, evaluando cuál tenía una cantidad decente y menos dañina de bacteria y gérmenes. Probablemente aquel que tiene menos rastros de orina.
"Y, por favor, no vuelvas a hablar de ti en tercera persona." Kyungsoo añadió, tan pronto como su amigo terminó lo que tenía que hacer, se inclinó sobre el fregadero para lavarse las manos.
"¿Por qué no?"
"Porque tengo ganas de apretar tus mejillas, y no soy exactamente el tipo de chico que aprieta mejillas. Ni siquiera de los niños pequeños. Especialmente, si has estado cerca de uno de los cubículos de la preparatoria." Frunció el ceño, mirando su corbata torcida en el espejo. La cosa esa nunca se quedaba en su sitio. "Y no quiero actuar como una tía contigo, porque eso sería vergonzoso, así que solo...no hagas eso."
