Summary: Do Kyungsoo estaba más que feliz de ser un chico invisible. Tenía un mejor amigo excéntrico, tocaba el corno francés en la aburrida banda de la preparatoria, y era parte del Club de Lectura los viernes. Y solo quería enfrentar el último año...
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Ese lunes, lo único más importante que la nueva edición del periódico de la preparatoria era el enorme cartel pegado en la pared.
Peleando por el espacio con las invitaciones para la fiesta de bienvenida de los de primer año, los anuncios de audiciones de porristas, y las descoloridas copias de las reglas de la preparatoria, las enormes letras en negrita llamaban la atención de todos los que pasaban por los pasillos. Principalmente de Baekhyun.
El chico se detuvo frente al mural, analizando cada pieza gráfica impresa en papel brillante. El titular decía: 'Selección del equipo de fútbol: estudiantes nuevos. El próximo martes a las 5 pm.' En la foto que eligieron para el volante, los estudiantes antiguos de Yongsan estaban agachados frente al vestuario de varones, sosteniendo sus cascos y mostrando sus hombros anchos con orgullo.
El lema del anuncio estaba resaltado en amarillo, destacando la razón principal por la que todos los jugadores entran al campo e invitando a su público objetivo a unirse a ellos.
¡Sé un campeón!
En segundos, se sumergió en recuerdos muy vívidos y dolorosos del peso de cada palabra. Casi podía ver su propia figura corriendo por el campo por primera vez, hace muchos años. Su sudoroso cabello, incontrolable respiración, y amistosas palmadas en el casco cada vez que realizaba un pase perfecto, y los fúricos gritos cada vez que se equivocaba. Pero no duró mucho, y las imágenes simplemente se desvanecieron frente a sus ojos.
"Espero que no estés pensando en anotarte." Dijo una voz burlona tras él, prácticamente soplando en su nuca.
Baekhyun no tuvo que ver para saber quién era. No reconocer la voz de su propio enemigo era una obvia señal de debilidad, y él no estaba dispuesto a quedarse atrás en ese movimiento. No cuando se trataba de Oh Sehun.
"¿Tienes miedo que quede en el equipo, wide-receiver?" bromeó, viendo que el otro se acercaba y se detenía a su lado, cruzándose de brazos con indiferencia.
"Ya parece. No soy yo el que debería tener miedo." Sehun amenazó, y sus hombros chocaron desafiantemente. A quien viera desde lejos, el gesto podría haber parecido accidental o incluso una broma casual entre amigos, pero ambos sabían que esto no podía estar más lejos de la verdad. "Si quedas, haré de tu vida un infierno. No somos amables con los de nuevo ingreso en nuestro equipo, renacuajo."
Baekhyun vio las resaltadas letras una vez más.
Sé un campeón.
Y otra vez.
Sé un campeón.
Campeón. ¿No era por eso que jugaba a diario? ¿para convertirse en campeón?
"Quedaré." Prometió, más para sí mismo que para su rival.
