Summary: Do Kyungsoo estaba más que feliz de ser un chico invisible. Tenía un mejor amigo excéntrico, tocaba el corno francés en la aburrida banda de la preparatoria, y era parte del Club de Lectura los viernes. Y solo quería enfrentar el último año...
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Ese miércoles, había un nuevo póster de Zac Efron cerca de la nevera en el escondite secreto del Club Gay. Era de la película 17 Again, y Kyungsoo pensó que Heechul no podría haber tomado una mejor decisión. Después de todo, había pocas cosas más hermosas en el mundo como esa escena de Mike O'Donnell, de diecisiete años, llegando a la preparatoria con gafas de sol y una chaqueta de cuero.
El acuerdo era que se reunirían una vez a la semana en la sala debajo de las gradas, no le dirían a nadie sobre el club – cabe recordar que esta cláusula ya ha sido pisoteada por Kyungsoo – ni dejarían que nadie los siguiera allí.
Se sentía como un agente secreto. Como 007 en una película de acción de espías LGBT.
Además, estaba estrictamente prohibido faltar al respeto a alguna de las reglas de convivencia.
Reglas de convivencia – Parte 1
I. No intentar luchar contra Huang Zitao usando un bō (perderás);
II. Nunca llamar a Ren por su nombre de pila;
III. No beber la leche fermentada de Amber en la nevera;
IV. No mencionar a las polillas cuando Heechul está cerca (un tema delicado) ni estar cerca de él cuando esté enojado (a menos que quieras que te golpeen con una lámpara);
V. Nunca, bajo ninguna circunstancia, ofrecer pollo a Joohyun;
Y terminaron incluyendo una más:
VI. Nunca comenten con Kyungsoo sobre el video filtrado;
Pensó que las reglas eran bastante justas y válidas.
Cuanto más tiempo pasaba en el club, más se daba cuenta de lo bien que se sentía estar rodeado de personas tan diferentes.
Esa mañana, había evitado a Jongin en los pasillos y también durante la clase de música, todavía muy confundido por lo que había sucedido la noche anterior.
La razón le decía todo el tiempo que besarlo había sido una mala idea, principalmente porque, a pesar de no haber publicado su video en internet, él era el responsable de haber filmado todo. Pero otra parte de él no podía sacar de sus pensamientos el recuerdo del chico llenándole el cuello de besos en el dormitorio. Apretando tu cintura. Mordiéndole ligeramente el lóbulo de la oreja...
Kyungsoo pensó que se volvería loco. Y tal vez alguien más también se había dado cuenta que estaba a punto de explotar.
Joohyun todavía vestía su uniforme de porrista cuando se sentó en el sofá a su lado, llevando una pequeña lata de jugo artificial con una pajita plegable. La chica lo miró como si supiera todos sus secretos, sus ojos entrecerrados parecían traspasar su alma. Kyungsoo estaba dividido entre encontrar la escena linda o peligrosa.
