- Naho por favor - suplicó mientras su hermano mayor lo arrastraba por los pasillos con un semblante serio, nada normal en él.
- No Sou, no sigas con lo mismo que ese periodista estúpido se lo buscó - siguió caminando buscando la salida, era un completo laberinto.
- Pero Nahoya, fue mi culpa que lo atraparán y no quiero vivir con el remordimiento de que mataron a alguien por mi culpa - detuvo el paso al notar como su hermano miraba de lado a lado perdido.
- Igual y en algún momento lo iban a descubrir, quien lo manda a andar de metiche y hacerse el héroe intentando "destapar" cosas que no debe - miró detrás suyo escuchando los gritos de aquel periodista, tenía que salir pronto sino Souya entraría en pánico.
Notando a su hermano menor temblar en sus manos lo empujó a la primera habitación que vio, cerró la puerta tras él suspirando intranquilo, fue fácil encontrar a Souya por el localizador que le había puesto pero salir de aquel laberinto le era más complicado.
Tenían que irse rápido, tanto por el bienestar de su hermano como por el suyo, Ran no los había liberado por amabilidad, sabía que en cuanto salieran él iría tras él para cobrarse por aquel favor. No le era complicado pero no estaba en condiciones aún para enfrentarlo después de lo sucedido semanas antes, suspirando vio a su hermano salir del baño aún nervioso, aún se escuchaban los gritos de agonía de aquel periodista estúpido.
¿A quién se le ocurre investigar a Bonten? Si, solo a alguien sin cerebro.
- Déjame salvarlo, si nos liberaron, a él también lo harían ¡Incluso conoces a uno de ellos! Podemos decirle que lo suelte con una advertencia y ya - hablaba con rapidez sintiendo su cuerpo temblar, su semblante brusco mostraba como si estuviera furioso pero sus ojos detonaban desesperación.
- No Sou, no podemos involucrarnos más, mi prioridad es salvarte. No a un idiota que no sabe de límites - la puerta fue abierta, los hermanos miraron con atención al hombre de traje que entraba.
- Oh, los encontré - sonreía con simpleza apoyando en su bastón, el mayor de los Kawata lo miro con una sonrisa forzada sintiendo tensas sus mejillas.
- Sou, ve dónde los demás y diles que te lleven a casa - ordenó sin dirigirle la mirada, el menor tragó saliva.
- Pero... ¿Y tú? ¿Estarás bien? - notaba la tensión entre su hermano y aquel hombre de elegante porté.
- Claro, tengo que solucionar algunos asuntos con... Él -
Nervioso caminaba por el pasillo mirando de reojo la puerta en la que acababa de salir, hace rato dejo de oír los gritos agonizantes de aquel periodista, ansioso caminó desorientado, no sabía dónde estaba y cuando fue llevado a aquella habitación no sé fijó en el camino, sino en explicarles para que lo dejarán libre.
Terminó en otro pasillo donde encontró cuerpos inconscientes en el piso, los reconocía pues al ser arrastrado por su hermano los logró ver. Giró sobre su eje para devolverse hasta que escuchó el lloriqueo de alguien junto a la voz del narcisista de ojos lavanda magenta.
Indeciso mordió su labio, era claro que el tal Takemichi iba a morir, si se iba quedaría con la culpa de su muerte y si se enfrentaba había la posibilidad de que él terminara junto al cuerpo del periodista en alguna bolsa. Suspiró con fuerza mordiendo con fuerza su labio sin llegar a lastimarlo, caminó decidido y abrió la puerta con fuerza ganándose la mirada de todos en la habitación menos del chico amarrado que yacía casi inconsciente con la cara ensangrentada.
- Yo~ Deja al chico - balbuceó sintiendo el temblor en su cuerpo, el aire empezaba a faltarle y a duras penas sentía sus piernas.
- Oh, mira quién volvió para divertirse - sonrió con diversión incorporándose para dirigir su atención en el chico de cabello celeste, camino a él a paso lento aun sosteniendo la fusta en su mano derecha.
- No, esto... Yo - tragó saliva al tenerlo frente suyo, levantó la mirada para mirarlo a la cara - ¿Puede dejarlo libre? Solo darle una advertencia, no hizo nada malo y tampoco creó que sepa mucho - habló con rapidez recibiendo una mirada divertida.
- ¿Qué sabes tú? Ni lo conoces y ya lo estás defendiendo - agachó su rostro hasta rozar sus narices disfrutando del lío en el que se convertía el menor ante él.
- No, no lo conozco - desvío la mirada mordiendo su labio inferior, sentía la garganta seca - Pero no quiero vivir con la culpa de su muerte sabiendo que pude ayudarlo - le miró a los ojos sintiendo un escalofrío por todo su cuerpo, Rindou agarró la mandíbula del menor con fuerza - Agh -
- Eres tan divertido y erótico, tengo ganas de follarte sobre el sillón y hacerte llorar por más - confundido sintió de sus ojos brotar algunas lágrimas, la sonrisa de Haitani era aterradora.
Pidió ayuda con su mirada a los demás que pasaban por su lado para salir del lugar logrando que lo ignoraran, la puerta tras suyo fue cerrada, frustrado miro al mayor quien solo se acercó y mordió su labio con fuerza hasta hacerlo sangrar, en ningún momento despegó la mirada de los ojos de Souya quien jadeó adolorido.
- Oh lo siento, es inevitable no querer morderte - sarcástico soltó el agarre para luego girar sobre su eje y caminar con paso elegante hasta el chico que agonizaba amarrado a la silla.
Desató la corbata con una mano mientras se sentaba en el sillón individual a un lado de Takemichi, sonrió llamando con su mano al menor quien se limpiaba la sangre con cuidado, a paso lento se acercó hasta estar frente al periodista, lo miro de reojo notando su cara hinchada, tragó saliva.
- Puedo hacer lo que pediste, pero debes saber que no hago las cosas gratis algodoncito -
¿Se nota la tensión entre Nahoya y Ran?
Quiero escribir algo de ellos, que sea cortito y también otra ¿Secuela? Con otra pareja pero apenas y sé que estoy escribiendo en esta TuT
P.D: Capitulo pq estoy aburrida y con un chingo de tarea para entregar en cinco horas 🤑🤙
P.D 2: Gracias por el apoyo que le están dando, no esperé que lo tuviera TuT
ESTÁS LEYENDO
PET [RinGry]
FanficSalir a una fiesta con sus amigos no era tan mala idea incluso si está era en la casa de un mafioso bastante peligroso.