12.

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- Rindou~ahg - sollozó apretando sus manos, Rindou sonrió acariciando la punta de su pene en la lubricada entrada de Souya

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- Rindou~ahg - sollozó apretando sus manos, Rindou sonrió acariciando la punta de su pene en la lubricada entrada de Souya.

- Algodoncito ¿Quieres jugar un rato con tu amo? - murmuró con una corta risa profunda rozando la rosada entrada del menor, le divertía verlo estremecerse bajo su toque.

- Solo te quieres desquitar por lo que dije - susurró mirándole por sobre el hombro, sus lindos ojos celestes cristalizados miraban a Rindou con un poco de enojó.

- Oh pequeño, eres tan inteligente - Souya se estremeció al ver la gran sonrisa en los labios del mayor.

Su pecho desnudo chocó nuevamente contra el frío mármol de la isla por culpa de la mano del mayor en su espalda, mirándole de soslayo notó como el pene hinchado del mayor seguía en un vaivén suave entre sus nalgas excitándolo aún más, con un pequeño temblor en su cuerpo apretó sus muslos frotando levemente su erección goteante, quería que Rindou dejará de jugar y por fin lo embistiera duro contra la isla de la cocina, pero el mayor solo quería divertirse con él haciéndole suplicar, cosa que no haría.

Los dedos del mayor pasaron por su columna con caricias suaves que dejaban su piel estremecer, al llegar a su cuello espero a ser sujetado con fuerza como normalmente hacía el mayor pero se sorprendió al sentir las caricias viajar por sus brazos, agarrándole con fuerza estiró los brazos frente a él dejándole aún más confundido.

- ¿Qué... ¡Oh cielos! - Gritó ahogado al ser embestido con fuerza, bizco los ojos mientras arqueaba el cuerpo.

Su cuerpo cosquilleo de placer haciéndole pedir por más, sintiendo el cuerpo de Rindou sobre él miró sobre su hombro notando la cercanía de sus rostros.

- Tu interior se siente tan bien, que me hace querer estar todo el tiempo ahí - susurró jadeante contra su cuello, con la respiración agitada siguió embistiendo con una sonrisa disfrutando del placer que le brindaban aquellos jadeos y súplicas de la boca del celeste.

- Oh, ahí, por favor~Ah - temblaba apretando sus manos y pies, el placer era agonizante.

Tal vez era el tiempo que duraron sin hacerlo o tal vez el lubricante que había usado esta vez, no lo sabía con exactitud pero el choque de su carne contra su punto dulce lo tenía temblando y anhelando por más.

- Futuro esposo mío, deberías saber que tú y yo somos todo pero nunca nada... - besando su hombro arremetió con furia sin dejar de sonreír - Jamás pienses que no tenemos nada, desde que firmaste ese papel eres mío y solo mío - sin detenerse llevo su mano libre a la entrepierna de Souya masturbando su pene a punto de estallar - me perteneces y yo a ti - con un gran grito Souya se dejó caer por completo en el mármol dejando que los chorros de semen salieran de su pene.

- Dé~tente - jadeó aún tembloroso por el orgasmo - Acabo de venirme - agitado sintió sus manos ser soltadas por fin.

- Aún no terminamos de jugar - agarrándolo de los costados lo levantó contra su pecho - Quiero probar algo que te va encantar - susurró divertido ante el quejido de Souya.

PET [RinGry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora