PET [RinGry]

7.

Admirando al menor dormir sonrió con calidez, disfrutaba despertar de esa manera, viendo a su algodoncito azul dormir profundamente con su rostro relajado y con su cuerpo pálido apenas cubierto con una sábana dejando a la vista las marcas que él le hacía.

Ya habían pasado tres meses desde que inició su obsesión por Souya, aferrando al menor a él, monitoreando todo a su alrededor y algunas veces teniéndolo encerrado en su mansión, no podía tenerlo todo el tiempo, según Ran, tampoco podía romperle los huesos a todo el que lo mirará o le hablará, según Kokonoi.

Igual no les prestaba atención, quería tenerlo solo para él.

Se incorporó quitando la sábana que lo cubría, adoraba el cuerpo del menor, delgado y pálido con músculos no tan marcados, no tenía curvas pero si un buen trasero que adoraba amasar con sus manos. Poniéndose en medio de las piernas de Souya las abrió disfrutando de la vista, lo que más le gustaba no era su trasero, eran sus piernas largas, sus muslos lechosos que lo tentaban.

Llevo su boca a la parte interna de sus muslos, besando y dejando pequeñas mordidas escuchando el quejido ahogado del menor mientras se removía, sonrió apretando su agarré. Levantando su vista notó la erección del menor, divertido alzó la cadera de Souya dejando a la vista su hoyo, seguramente sensible por la sección que tuvieron hace unas horas.

Hundió su boca en el pene del menor mientras llevaba sus dedos a su entrada hinchada, jugaría un rato con él antes de despertarlo y hundirse en su cálido agujero.

- Rindou~mmh - dejándose manejar por la mano de Souya ahueco sus mejillas y jugó con sus dedos en tijera dentro de él - Oh cielos - canturreo arqueando la espalda, temblando apretó los dedos de sus pies y movió su cadera para hundirse más en la boca del mayor que lo chupaba gustoso.

Dejando salir cortas maldiciones entre jadeos echó su cabeza hacia atrás liberando su orgasmo en la boca de Rindou.

Tragando su corrida sonrió, dulce, cómo su chico, sacó sus dedos de la entrada del menor y se volvió a acomodar entre sus piernas abiertas alineando su pene goteante en la entrada de su chico.

Jugó con la punta fingiendo hundirla con pequeñas embestidas recibiendo un gruñido de Souya que le hizo reír cortamente - ¡Rindou! - echando su cabeza a un lado se agarró de las sábanas al ser embestido con fuerza - ¡Ah~mmhg! Maldición - el colchón bajo ellos empezó a moverse en sincronía con las embestidas.

Observó a detalle el cuerpo frente a él, rebotando con cada embestida dada, su rostro sonrojado y sus manos intentado aferrarse a algo mientras sollozaba por más. Las facciones del menor, las adoraba por la dualidad que cargaban, agresivo pero también adorable... Combinación que le tentaba.

Quería que Souya Kawata fuera solo para él y le importaba poco lo que hiciera para cometer su deseo.