Click
Desconcertado tocó su cuello notando el collar de acero asegurado, intento inútilmente quitarlo pero las manos de Rindou le detuvieron.
- No servirá - sonrió mientras ajustaba los aros metálicos en las muñecas de Souya - Listo, ahora no podrás huir de mí - perplejo miró al mayor intentando buscar signos de diversión en su rostro pero solo logro notar lo seguro y emocionado que estaba.
- Espera Rin ¿Es enserio? - intento quitarse los aros de sus muñecas molesto, el sonido de los grilletes chocando le causó aún más enojó.
Siendo jalado por la cadena cayó de rodillas frente a Rindou, aún tenía las piernas temblando y la respiración agitada provocando una escena fascinante a los ojos lavanda magenta - Siempre quise tenerte así - habló provocando un leve sonrojo en las mejillas de Souya.
- ¿Al menos podías avisar de tus fetiches? Pensé que me tendrías encerrado con estas cosas - murmuró molesto, aceptaba ese tipo de juegos pero al menos podía avisarle antes y no agarrarlo con la guardia baja, la risa de Rindou le llamó la atención dejándolo desconcertado.
- Oh mi algodoncito, tan astuto y a la vez torpe e ingenuo... - la sonrisa de Rindou le erizo la piel, su lado psicópata le calentaba pero también le aterraba.
- No me jodas - perplejo dejó caer sus manos en el suelo - No Rin, he seguido el contrato al pie de la letra, y en ningún momento te di motivos de querer huir - intentó levantarse torpemente - piernas inútiles - susurró al caer de nuevo por los espasmos en su cuerpo.
- ¿Y crees que me arriesgaré? Ya has aceptado nuestro amor, no dejaré que huyas agobiado por lo que sientes - sosteniendo el mentón de Souya admiró su rostro de lado a lado detallándolo - Eres muy lindo para dejarte huir de mí - la filosa mirada hizo enfurecer más a Souya, le hacía sentir como una pobre presa acechada por el cazador y él no era una presa fácil, menos para Rindou.
Incorporándose camino hasta el escritorio y agarrando un vaso de vino junto a unas pastillas camino hasta Souya de nuevo, con una sonrisa satisfecha camino a su alrededor.
- Iremos a casa, bebe esto algodoncito - desafiante con la mirada apartó el rostro a un lado sin dejar de verle.
- Ni lo pienses Rin, si nos vamos tendrás que soltarme y llevarme consiente o te pateare el trasero en cuando logré librarme - con una corta risa Rindou agarró la cadena y la jaló hacia él teniendo de nuevo el control sobre el menor.
- Un perro rabioso, me encanta - tomando un sorbo de la copa acercó el rostro de Souya quien retorciéndose intento soltarse.
- Maldición Rin~Mmgh -
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PET [RinGry]
FanfictionSalir a una fiesta con sus amigos no era tan mala idea incluso si está era en la casa de un mafioso bastante peligroso.