PET [RinGry]

6.

Absolutamente todos estaban en silenció mirando la forma en la que uno de los aliados más poderosos a Bonten agonizaba por los múltiples golpes de Rindou, quién, solo caminaba a su alrededor con una sonrisa satisfactoria.

- Me encanta como crujen tus huesos - levantó el mentón del moreno con una sonrisa - Es tan satisfactorio escucharte suplicar por piedad cuando un momento atrás hablabas basura con tanta seguridad - alguien aclaró su garganta, girando a verlo enojado por interrumpir su tan anhelada diversión notó a su hermano mayor bajo el marco de la puerta con su peculiar bastón en mano.

- Grata sorpresa - miró alrededor con su rostro serio, notando al menor de los Kawata arrodillado en el suelo paralizado se sorprendió - ¿Qué haces aquí pequeño? Tú hermano me mataría si te ve aquí en ese estado - girando su rostro miró a Ran en shock sin captar ni una de sus palabras.

- Rindou es increíble - todos giraron a verlo confundidos por el susurró casi inaudible, Ran se acercó a él a paso lento al notar su poca reacción ¿Rinrin lo había drogado? No le sorprendería, no era la primera vez que drogaba a alguien para luego jugar con él.

- ¿Por qué? - quedó a un metro detallando al menor buscando similitudes con Nahoya, podían ser hermanos y parecerse demasiado a simple vista pero su corazón no latía igual que cuando veía al mayor de los Kawata.

- No lo sé, parece estúpido pero verlo romperle los huesos a alguien mucho más fornido que él fue... Increíble, lo sometió tan fácilmente y luego solo... - calló al sentir su rostro caliente, desviando la mirada se sintió intimidado por todas las miradas dirigidas a él.

¿Cómo podía estar impresionado ante tan cruel escena? Había visto como el hombre moreno se levantaba con una sonrisa de superioridad cuando Rindou caminó a él enojado por decir cómo quería divertirse con su trasero.

Esquivó los golpes tan rápido y lo lanzó al suelo con una patada para luego subirse a horcajadas sobre él y doblarle la pierna, tanta era su irá que no se detuvo al doblarla en varias partes. Souya estaba impresionado, la agilidad y flexibilidad de Rindou sumando el rostro de satisfacción al escuchar como gritaba en agonía aquel hombre era un placer visual para el chico celeste.

Estaba loco, Rindou lo estaba enloqueciendo.

Reaccionó al ver cómo los hermanos Haitani estaban parados frente a él con una mirada divertida - No me dañes al pequeño, Rindou, mi algodoncito me partiría en pedazos - confuso hizo una mueca con sus labios, no entendía la relación del mayor con su hermano ¿Estaban saliendo? ¿Un contrato también? ¿Por eso su hermano le había puesto el localizador? Nahoya... Olvidó avisarle que saldría, él creía que estaba aún en el apartamento descansando.

- Tengo que ir... -

- No - interrumpió bruscamente - Hoy te quedarás conmigo - brincó levantándose del suelo para discutir.