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- ¿Amo? - cuestionó en un suave gruñido, le temblaba el cuerpo completo y no sabía si era por la vergüenza o el enojo.
- Vamos algodoncito, da dos vueltas y luego besa mis zapatos como el buen cachorro que eres - mordiendo la parte interna de su mejilla apretó sus manos en puño.
Odiaba ese tipo de reuniones, no sabía para qué demonios Rindou lo invitaba si solo jugaría con él y esa maldita correa que le amarraba el cuello, suspiró resignado, no era como si antes no hubiera hecho lo mismo.
Arrodillado gateó hasta estar frente a Rindou y con una mirada suplicante tragó saliva avergonzado, con su cuerpo tembloroso dió dos vueltas torpemente - Amo - canturreo con una sonrisa forzada mientras llevaba su rostro hasta la punta de los zapatos de Rindou, sin apartar su mirada de los ojos del mayor beso el zapato.
"Juró que te voy a meter ese zapato por el culo Rindou Haitani"
- Que buen cachorro eres - acarició los celestes cabellos con una sonrisa satisfactoria - ¿Continuamos? ¿O quieren que use mis pertenencias frente a ustedes para aclarar lo obvio? - la mayoría carraspeo apartando la mirada avergonzados.
- Solo nos sorprende lo obediente que es su amante, señor - habló uno de los alemanes con un acento que hizo estremecer al Kawata menor.
- Me gustaría decirle que, mi futuro esposo y yo nos complacemos mutuamente aunque no se note mucho - sonrió divertido dándole una señal al menor para que volviera al lugar en el que antes estaba.
Molestó volvió a gatear a un lado de Rindou, giró sobre su cuerpo y sentándose sobre sus pantorrillas agachó la cabeza continuando la espera a que esa maldita tortura terminará pronto.
- ¿Futuro esposo? Tenemos sabido que usted es un hombre que vive en el libertinaje - apretando sus labios contuvo la carcajada hacia el acento del alemán, no quería problemas luego por arruinarle la reunión a Rindou.
- Mi vida no le incumbe a ninguno de ustedes, solo deben saber lo esencial - de reojo miró a Souya que apretaba sus manos en puño enojado, una sonrisa se dibujó en sus labios.
Souya Kawata, desde que lo vio con su rostro agresivo en aquella fiesta quiso tenerlo arrodillado ante él, adorándole y pidiendo por su atención... Y ahora lo estaba logrando, sabía perfectamente los sentimientos del menor hacia él y el cómo intentaba reprimirlos, no lo dejaría, jamás, quería que el menor quite la barrera y dejará que todo él le perteneciera.
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Tomó de un sorbo el líquido de la copa que estaba en la barra, no le importaba que era, tampoco de quién era, solo quería beber y calmar el enojo de aquella humillación que pasó encerrado en esa sala de reuniones.
De cierta forma agradecía que le ordenara salir... Aunque le tocó salir gateando bajo la atenta mirada de todos, pasó la mano por su rostro sonrojado, Rindou solo lo invitaba para humillarlo por ese maldito contrató, seguro recordándole su posición.
- Oh, eres el lindo chico de la fiesta de Kurokawa - de reojo miró al tipo que se sentó a su lado con una sonrisa.
- No estoy de humor, por favor no me hable - desvío la mirada sobando su entrecejo, lo que menos quería era armar una pelea en frente de toda esa gente de alto estatus.
- Tranquilo azulito, solo quería saludarte por ayudarme ese día y bueno... Te has robado mi bebida - se sobresaltó avergonzado, miró al moreno de nuevo esta vez detallando su rostro.
- Lo siento, solo quería beber algo, luego te lo pagó - se encogió en su lugar cuando el moreno río.
- Ya azulito, si gustas te invitó otro - le guiñó con una gran sonrisa en sus gruesos labios, Souya sonrojado desvío la mirada con una mueca en sus labios.
No estaba mal beber un poco, igual Rindou no se enteraría.
Enojado se dió un golpe en la frente, otra vez ese bastardo de ojos hipnóticos ¿No podía dejar de asociarlo a todo lo que hacía?
- Está bien, luego te lo compensare - inocente sonrió ante la mirada divertida del moreno.
- Por mí no hay problema - acercó su rostro al costado de la cara de Souya - El problema es tu amo - susurró con picardía notando como el menor temblaba levemente.
- Dices estupideces ¿Quieres beber o me voy? - apartó con su mano la cara del moreno con fastidió.
Ya sabía a dónde se dirigía toda la charla, no quería malos entendidos y tampoco darle cuerda a ese idiota, recordaba levemente como él se había enfrentado a Rindou, besándole mientras lo masturbaba con una sonrisa burlona provocando más a Rindou. Pensándolo bien ¿Debía tomar unas copas con él? Sabía que a ese tipo no le importaba meterse con los de Bonten y terminar con una bala en el cráneo.
- Oh, mira a quien tenemos aquí - confuso miró sobre su hombro - ¡Es la putita de Rindou Haitani! Y está coqueteando con mi secretario - se burló atrayendo la mirada de muchos.
Souya atónito tembló de enojó, odiaba ser el centro de atención y también odiaba que alguien lo intentará humillar y ese tipo estaba haciendo las dos cosas.
- ¡Señor Masataka Kiyomizu! No esperaba verlo aquí, solo bebo unas copas con la mascota de... - fue callado por un puñetazo en su rostro que lo hizo caer al suelo de espaldas.
- Vuelve a repetir lo que has dicho - susurró levantándose de su lugar, las lágrimas brotaban de sus ojos abiertos de par en par.
- Oh, la putita de Rindou tiene carácter - una patada viajo a su cabeza tirándole al suelo, Souya a paso lento llegó hasta él y se subió a horcajadas en su pecho.
- Mi vida no es un chiste para que usted y todos aquí se burlen - con la mirada perdida y aun temblando desahogó su irá dándole múltiples golpes en el rostro al hombre fornido bajo él.
Los gritos de algunas mujeres alertó a los de seguridad que con rapidez corrieron a detenerlo recibiendo igualmente golpes y siendo lanzados lejos inconscientes.
- Souya Kawata ¡Tiempo sin verte pequeño! - ladeando la cabeza miró al moreno platinado qué sonreía divertido - Lo siento pequeño pero tenemos que detenerte o nuestro jefe te matará - aún perdido se levantó del pecho del moreno.
- ¿Lo sientes? - una mano agarró su hombro, por reflejó giró todo su cuerpo y lanzó un puñetazo que fue agarrado en el aire.
- Hitto, llévalo a... ¡¿Qué demonios?! - sorprendido vio cómo su ciervo era levantado del suelo por un rodillazo del menor, sin aire cayó al suelo agonizando.
- No estoy para estupideces - aún con su rostro llenó de lágrimas caminó hasta el moreno que lo miraba atónito.
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Estaba esperando a que mi mente hiciera explotar a Sou AHHHHHH ES QUE EL PELEA TAN AHHHH 🛐🛐🛐
Ojo que no estoy adorando los ataques de ira (sé en primera persona que son una porquería) solo que Sou estuvo aguantando mucho y en algún momento iba a explotar :)