☠️Pjmasks Horror 2021☠️ [Terminada]

La muñeca

En esta ocasión sería nuestro pequeño amigo Kevin que relatará está historia para este mes

Narra Kevin: Sara relata, que cuando ella era una niña, entre sus juguetes favoritos estaba una linda muñeca  que su mamá le había regalado para su cumpleaños, era una de esas muñecas Barbies.

Siempre andaban de arriba para abajo, cuando por las mañanas se iba a la escuela dejaba la muñeca en la cama, cuando regresaba la encontraba en la sala como si estuviera esperándola. Se le perdió muchas veces pero siempre regresaba toda sucia.

Sara, a como toda niña, le hablaba a su muñeca como si se tratara de una amiguita, le decía: “oye vaga, donde andabas?,” la limpiaba, le ponía vestidos limpios y la guardaba en el ropero, allí quedó por mucho tiempo, Sara ya no era una niña ahora era una adolescente con la edad suficiente para ir a la universidad.

Su cuarto lo ocupó una empleada que tuvo que irse porque, según relata, ya no aguantaba más los sustos que recibía todas las noches, pues, si no era que le jalaban la cobija, era que le movían la cama. Un día una tía de Sara vino desde México y se quedó a dormir en ese cuarto, a la mañana siguiente la tía con apariencia de no haber dormido bien, contaba que durante toda la noche estuvo escuchando leves golpecitos provenientes de debajo de la cama, por rato había absoluto silencio y es cuando se dormía pero luego los golpes regresaban con más fuerza y la volvían a despertar.

Una noche más se iba a quedar, esta vez, creyendo se trataba de un ratón el causante de los golpeteos, colocaron una ratonera bajo la cama. En la madrugada se escuchó un grito aterrador, todos se levantaron y vieron que la tía salía despavorida de habitación, ¿Qué pasó? Le preguntaron mientras ella nerviosa se sentaba en el sillón de la sala. “Una mujer estaba parada al pie de la cama”, decía la tía asustada, “¡Una mujer!” Replicó Doña Carmen, la abuela de Sara, “¡Siiiii! ¡una mujer  toda largucha estaba mirándome parada ahí al pie de la cama! Doña Carmen creyendo saber de lo que se trataba, fue al cuarto, abrió el armario y sacó la muñeca, “esto ya es demasiado”, dijo y poniéndola en el patio le pegó fuego, luego, todos en el cuarto, hicieron un circulo de oración recitando algunos salmos y repitiendo varia veces el padre nuestro.

La tía regresó a México a relatar su encuentro cercano con un espanto. Sara llegaba a la casa los fines de semana y en vacaciones quedándose a dormir en su cuarto, pero a ella nunca nada ni nadie la asustó, mucho menos ahora que ya habían acabado con la maldición de lo que fue “el cuarto del terror”.

CONTINUARA...