ISEKAI KOSMOS: GUERRA POR LA EXISTENCIA

CAPÍTULO 6: BATALLA POR LOS NUESTROS.

KOSMOS

GUERRA POR LA EXISTENCIA

CAPÍTULO 6: BATALLA POR LOS NUESTROS.

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-Como se los he dicho, estuvieron muy fáciles-.

-¡Entonces iremos todos de vacaciones!-.

-Me gustaría ir a Miami-.

-¡Hemos conseguido nuestras Visas!-.

-No puedo esperar-.

-Estas serán las mejores vacaciones de nuestras vidas-.

-Al fin llego el día, Christopher-.

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Manto oscuro que cubre al mundo es aquella oscuridad llamada noche, es quien aguarda con ansias el enfrentamiento de las pobres criaturas.

En las noches todo se vale, proteger a tus amigos y asesinar a tus enemigos. Traicionar a tus amigos y unirte al enemigo.

Las criaturas de la noche comienzan a moverse, temerosas presas descansan con miedo y las bestias de las noches esperan morder sus cuellos.

Un silencio mortuorio predomina en los más profundos rincones de este paisaje sombrío, bañados con la tenue luz de luna que igual brilla con brío.

La luna es el único juez de la noche, testigo de tus atrocidades y aun así no juzgara tus actos de maldades.

¡Oh temible noche! De nosotros ten piedad, no nos juzgues por nuestro actuar pues solo queremos que regresen vivos y puedan vivir en paz.

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Los grandes árboles, la llamativa vegetación y el entorno tan lleno de vida perdía todo su color ante las infinitas penumbras. La mismísima oscuridad se encargó de apagar el color del mundo, resaltando solo el color de la noche. Finalmente, las voces de los habitantes del mundo nocturno hicieron eco, dando a entender que este oscuro mundo les pertenece.

Un millar de animales e insectos hacían gala y entonaban con vigorosidad su canto, uno con más vigor que otro. Al mismo tiempo eso los sentenciaba pues sus depredadores lograban localizarlos. Un claro ejemplo fue la de un Starry Plumage Owl (Búho de Plumaje Estrellado). Una hermosísima bestia mágica que con su aleteo dejaba tras de sí una tenue estela de polvo de los cielos causada por su mágico y peculiar plumaje, el cual se asemejaba a un bello y brillante cielo estrellado. Esta mágica bestia observaba meticulosamente a una serpiente la cual prontamente podría convertirse en su cena. Pasado un breve periodo de tiempo pareció haber terminado con sus cálculos y haciendo trabajar sus bellas alas emprendió vuelo dirigiéndose hacia su presa.

A solo momentos de lograr su objetivo se vio obligado a detener su transitar y salir disparado hacia los cielos lo más rápido que le fue posible. Mientras tanto, el potente golpe de un hacha puso fin a la vida de la serpiente, terminando con su carrera de depredador –esta serpiente es muy venenosa- el viento soplo, moviendo las alejadas ramas, los tenues rayos lunares iluminaron a quien era dueña de aquella voz. Un hombre con un aspecto algo rudo quien agachándose recogió su hacha y no perdía de vista a la cabeza de la ahora muerta serpiente, no quería cometer el grave error de pisarla –si me mordiera estaría en muy serios problemas, no poseo ningún antídoto para la mordedura de esta serpiente-.

-En estos bosques hay muchos animales venenosos- suspiro mientras observaba hacia el infinito mar de hojas alrededor suyo –debo estar más atento a mi entorno, no quiero tener la desgracia de que alguna cosa venenosa acabe con mi vida, sería una verdadera vergüenza morir de esa forma-.